La reforma sanitaria vasca prevé el pago de un canon por determinados servicios
La reforma de la sanidad pública vasca, diseñada por el Departamento de Sanidad, que preside el peneuvista Iñaki Azkuna, establece un orden prioritario en servicios sanitarios y obligará a pagar un canon en algunas especialidades aún no concretadas. El plan, que garantiza que la asistencia seguirá estando financiada con dinero público, ha sido criticado por el sindicato ELA. A su juicio, "los cánones dificultan la justicia redistributiva, que debe garantizar la asistencia sanitaria a las capas sociales más débiles".
El plan estratégico del sistema vasco de salud Osasuna zainduz (Cuidemos la salud) será aprobado en Consejo de Gobierno el próximo martes y debatido en un pleno monográfico del Parlamento vasco el próximo mes de abril, según las previsiones del Departamento de Sanidad.En síntesis, la reforma introducirá en el sistema un nuevo concepto: la competitividad. Los hospitales, convertidos en sociedades públicas de derecho privado, verán crecer sus recursos en función de los servicios que oferten, y los salarios de los profesionales se beneficiarán de incentivos de calidad asistencial y eficiencia.
"Es un cambio radical en el sistema de gestión, para agilizarlo y motivar a los profesionales con métodos competitivos", explican fuentes del Departamento de Sanidad. "Pero el sistema vasco de salud seguirá siendo universal, solidario, equitativo y de calidad, y ofrecerá atención primaria y especializada, financiada con fondos públicos", garantizan.
El sindicato ELA, con un 35% de representatividad en el sector sanitario público, considera en cambio que el fomento de la competitividad entre los centros y la conversión de los hospitales en sociedades públicas sujetas al derecho privado supondrá "la desvertebración de Osakidetza (el servicio vasco de salud)". "Las leyes del mercado no sirven para regular los servicios sanitarios. No se puede hablar de costes cuando se trata de cubrir necesidades sociales", indica el responsable sectorial de Osakidetza de ELA, Adolfo Muñoz. "Puede derivar hacia la desaparición de servicios concretos en algunos hospitales".
Este sindicato considera que no es posible hacer una valoración global del proyecto de reforma porque no se han concretado los cuellos de botella que atascan el servicio sanitario en Euskadi. "No sabemos si estamos de acuerdo con el diagnóstico que el departamento ha presentado porque no se ha ofrecido un listado de los problemas reales de gestión en el organismo", señalan.
Hospitales autónomos
El Departamento de Sanidad depositará en unas agencias de contratación la responsabilidad de establecer contratos-programa con los diferentes hospitales en función de los servicios que oferten. Las agencias de contratación coincidirán previsiblemente con las actuales direcciones de área de Osakidetza en cada una de las tres provincias vascas. Los hospitales dejarán de ser organismos autónomos de la Administración para convertirse en sociedades públicas, sujetas a derecho privado y con plena autonomía en su gestión.Respecto a las relaciones laborales de los profesionales, el plan propone que las nuevas incorporaciones se regulen por contratos laborales. La reordenación de la sanidad acabará con el actual sistema de retribución: el sueldo base será completado con incentivos en función de la calidad asistencial, el trabajo desarrollado y la satisfacción de los usuarios.
El Departamento de Sanidad puso en marcha el estudio de la reforma hace un año y medio, con la colaboración de 60 profesionales de la sanidad pública. El plan estratégico llegó ayer al consejo semanal del Gobierno vasco, para su estudio. La presión de los factores económicos ha sido determinante para impulsar la reforma. En los últimos cinco años el gasto sanitario se ha duplicado en Euskadi, pero en los próximos años se prevé un crecimiento más limitado del presupuesto para hacer frente, sin embargo, a unas mayores exigencias sociales.
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