La CE estudia la creación de un impuesto energético sobre emisiones de CO2

Los ministros de Medio Ambiente de los Doce discutirán hoy la estrategia de la CE frente al cambio climático, en una reunión preparada con especial cuidado por la presidencia semestral danesa, que ha inscrito los problemas ecológicos entre las preferencias de su programa de trabajo. Dinamarca se ha propuesto realizar avances sustanciales en el control medioambiental durante su presidencia y desea concretamente arrancar la aprobación de un impuesto energético sobre las emisiones de C02, en la misma línea adoptada por la nueva Administración norteamericana.

Dinamarca ha convocado ya un Consejo de Ministros especial de Energía y Transportes a finales de abril con el objetivo de dar un empujón a dicho impuesto. El Gobierno danés considera, además, que esta cuestión será una prueba de voluntad medioambiental de los Doce, de consecuencias políticas respecto a la incorporación a la CE de Suecia, Noruega y Finlandia, e incluso con vistas a su propio referéndum sobre Maastricht.Los países nórdicos, Dinamarca incluida, cuentan con unas opiniones públicas muy sensibilizadas y unos niveles (le exigencia mucho mayores que los otros países europeos.

El Consejo estudiará también la segunda directiva sobre reducción de las emisiones de los automóviles. La primera directiva sobre el uso obligatorio del catalizador fue aprobada en 1991 y deberá aplicarse escalonadamente hasta 1996, mientras que esta nueva propuesta, destinada a reducir todavía más la emisión de gases, está pensada para su aplicación entre 1996 y el año 2000.

Auditorías medioambientales

Los ministros discutirán la adopción de un reglamento Sobre un sistema comunitario de eco-audit o auditoría medioambiental, para que las empresas que lo deseen puedan efectuar evaluaciones sistemáticas, programas de gestión medioambiental y de información al público debidamente garantizados por la CE.

El Consejo debatirá, asimismo la ratificación de la Convención de Basilea sobre transportes transfonterizos de residuos peligrosos y de la Convención de Río sobre el cambio climático. La convención de Basiea prohibe el vertido y almacenado de residuos en países en vías de desarrollo, pero nada dice de su traslado a dichos países para operaciones de recuperación y reciclaje. La presidencia danesa de la CE quiere enmendar la convención para añadir esta cuestión.