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Entrevista:

"La amnistía cierra las heridas pero sin curarlas"

ENVIADO ESPECIALEn un despacho de San Salvador donde ex guerrilleros del ERP han puesto en marcha una empresa para exportar productos agrícolas, y donde los ordenadores han sustituido a las metralletas, Villalobos recibió al enviado de EL PMS. La Comisión de la Verdad pide "la prohibición por 10 años de asumir funciones públicas para varios miembros de la rebelde FMLN" y menciona, de forma expresa, a los comandantes Joaquín Villalobos, Ana Guadalupe Martínez y Jorge Meléndez. "Me parece que es absurda esta medida, porque yo he representado junto con mis compañeros de dirección del ERPI la fuerza más moderada, flexible y pragmática. En el caso de los alcaldes que se nos imputa dijimos la verdad y aclaramos todos los casos que nos competían. Eran 26 y aclaramos 11 y por esos 11 se nos castiga. Nunca participamos de la guerra sucia. Sin embargo, por decir la verdad y por ser moderados y flexibles y haber atendido un problema de interés nacional en la coyuntura de diciembre, que nos lleva incluso a destruir los misiles antes que el resto de las organizaciones, ahora aparecemos en el informe de la Comisión de la Verdad".

Pregunta. ¿Después del informe de la Comisión de la Verdad se siente como un chivo expiatorio?

Respuesta. (Ríe) Interesante la pregunta... Yo diría que como una unidad de cambio importante.

P. ¿En qué sentido?

R. En el sentido de que lo que estaría en juego a partir de la posición del FMLN, de si acepta las recomendaciones en lo que le compete, serían cambios importantes en el sistema judicial.

P. ¿Qué exigen ustedes?

R. Que se plantee la renuncia completa de la Corte Suprema, que haya un mecanismo para proseguir con las investigaciones relativas a los escuadrones de la muerte y que haya un fondo de reparación material para las víctimas. Me parecen elementos importantes.

P. ¿Acepta la abstinencia política de 10 años que recomienda la Comisión para usted?

R. Si se cumplen las recomendaciones de la Comisión de manera total y el resto de la sociedad -las fuerzas políticas- están de acuerdo en que esa disposición se adopte, sí.

P. ¿A usted personalmente le interesaría una amnistía?

R. Yo pienso que la amnistía es algo que debe dar la sociedad. Uno no debe pedirla. Si la sociedad ofrece la posibilidad de la amnistía y eso implica que hay que pedir perdón como requisito, yo diría que uno no pide perdón porque quiera la amnistía. Yo pedí perdón antes de que aquí hubiera una amnistía, el primero de febrero. Cuando se inició el cese del fuego, dije en un discurso público que reconocíamos que habíamos cometido errores y era el momento de pedirle perdón a la nación.

P. ¿Qué nuevas perspectivas se abren para El Salvador a partir de ahora?

R. Yo creo que vienen más cambios en sentido positivo. Considero que el informe no es del todo bueno, independientemente de que acepte sus resoluciones. Pero hay que tener en cuenta que la reforma del sistema judicial era un punto que nos había quedado pendiente en las negociaciones. Y si el informe logra eso me parece que va a dar otro gran salto el proceso.

'Escuadrones de la muerte'

P. ¿Existe el temor de que se puedan reactivar los escuadrones de la muerte?R. Yo creo que eso es bastante difícil, porque la reconciliación ha venido consolidándose ya, abriéndole cierto espacio a una cultura no violenta para hacer política en este país.

P. Una amnistía aprobada de forma rápida en el Parlamento, ¿qué efectos tendría?

R. Pienso que hay que dejar que aflore un poco más de verdad. Soy partidario de la amnistía, pero no soy partidario de una amnistía que sirva para cerrar una herida sin curarla. Creo que el informe de la Comisión de la Verdad dejó demasiados vacíos y que eso puede traer consecuencias. Que se haga la amnistía así tan rápido, de forma tan apresurada... Es algo urgente, pero hay que ver el grado de urgencia con relación al nivel de verdad que tenemos.

P. Usted dijo que una proscripción política para usted o su grupo tendría un efecto negativo sobre otros movimientos guerrilleros en América Latina.

R. Una cosa es aceptar la disposición y otra cosa que la considere lógica. No la considero lógica. Me parece incongruente con el proceso de paz. Si el proceso de paz es para la reinserción del FMLN, de la fuerza insurgente, en la vida civil, me parece que la medida niega ese componente principal del acuerdo. Además, ¿qué ocurre si esa medida inhabilita a un grupo de derecha del país o a militares que quieren salir de la fuerza armada y hacer un partido político? ¿Qué opción les quedaría? Eso sería un mensaje para decirles hagan escuadrones, desestabilicen, hagan presión por otras vías, porque no tienen oportunidad de usar los mecanismos políticos.

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