ETA asesina en San Sebastián a un guardia civil de paisano y hiere de gravedad a otro agente

El guardia civil Emilio Castillo López de la Franca, de 31 años, fue asesinado ayer en San Sebastián, y su compañero Victoriano Álvarez Álvarez, de 22, resultó gravemente herido en las piernas y el abdomen por los disparos de dos etarras que habían esperado sentados a sus víctimas más de 20 minutos. El atentado se produjo a las dos de la tarde, cuando los agentes, que viajaban en el vehículo de Emilio Castillo, esperaban junto a un semáforo en rojo. Los agresores dispararon al menos seis tiros a los guardias desde el lado contrario del conductor. Este nuevo crimen se produjo sólo unas horas después del comienzo en París del juicio contra el dirigente etarra Francisco Múgica Garmendia, Pakito.

El atentado de ayer, atribuido al comando Donosti, se produce en un momento en que se difunden informaciones sobre disensiones respecto a la lucha armada entre presos de ETA, militantes de HB y viejos dirigentes etarras. Dos guardias civiles fueron asesinados hace un año en Oiartzun (Guipúzcoa) en el transcurso de las conversaciones entre el PNV y HB. El PNV se había comprometido a pedir al Gobierno que enviase un representante para dialogar con Eugenio Etxebeste, Antxon, si no se producían atentados en un mes. El asesinato de los dos agentes cerró esa vía de solución.En lo que va de año han fallecido tres personas en atentados etarras. El comando Donosti asesiné en enero al empresario José Antonio Santamaría y al funcionario de prisiones José Ramón Domínguez cuando existían rumores de que varios dirigentes de la organización, entre ellos José Luis Arrieta Zubimendi, Azkoiti, intentaban promover una tregua.

Emilio Castillo y Victoriano Álvarez se encontraban en el vehículo, en la avenida de Ategorrieta, a la espera de que el semáforo se pusiera verde. Se dirigían al cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo, donde residían. Dos jóvenes, uno rubio y otro moreno, según los testigos del crimen, se acercaron hasta el automóvil y realizaron al menos seis disparos.

Mientras los agresores huían, el conductor, Emilio Castillo, salió del coche esgrimiendo su pistola y cayó desplomado. Su compañero intentó pasar a la parte trasera para coger su arma, pero fue alcanzado por las balas. El agente, tras percatarse de sus heridas, pidió a gritos que lo sacaran del vehículo.

"¡Sáquenme, sáquenme!"

"Me acerqué y, mientras abría la puerta, oí que me pedía que le sacase del coche", indicaba una de las personas que se aproximó al automóvil. "No creo que se me olviden nunca las palabras desgarradoras de ese hombre cuando decía: '¡Sáquenme, sáquenme de aquí antes de que me muera!", añadió este testigo. El vehículo, con el motor en marcha, se desplazó sin control unos metros hasta que un vecino se introdujo en él y lo paró.

Emilio Castillo era de Ciudad Real, estaba casado y era padre de una niña de dos años. Él y su compañero Victoriano Álvarez, natural de Benbibre (León), llevaban año y medio en Guipúzcoa, asignados al Servicio Fiscal del puerto de Pasajes.

Los asesinos habían estado sentados en la hierba de un pequeño jardín, cerca del semáforo, durante 20 minutos, según relataron unos jóvenes. Pasado ese tiempo y al observar el vehículo de los agentes, con matrícula de Ciudad Real, se levantaron y se acercaron hasta el coche. Tras realizar varios disparos "con un arma muy grande", según un joven, huyeron a pie por una calle paralela a la avenida de Ategorrieta, que tiene un solo sentido para los automóviles.

El funeral se celebrará hoy a las 12.00 en el Gobierno Civil de San Sebastián, en donde ayer fue instalada la capilla ardiente.

[La Audiencia Nacional condenó ayer a 54 años al etarra José Ignacio Urdiain por su participación en 1986 en un atentado contra el teniente de la Guardia Civil Esteban Company.]