Investigan el caso de un paciente al que se dio por muerto y estuvo 2 horas en un frigorífico

Rafael Guardiola Escámez, corredor de comercio de 53 años, se encuentra hospitalizado en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital comarcal de Elda (Alicante), después de haber pasado dos horas en una cámara frigorífica. Guardiola fue dado por muerto por los médicos que le atendieron de urgencia, con un cuadro de infarto de miocardio acompañado de parada respiratoria, el pasado miércoles.

Guardiola ingresó en la sala de urgencias del hospital de Elda poco antes de las cuatro de la tarde, presentando un cuadro de infarto de miocardio acompañado de una parada respiratoria. Los médicos intentaron reanimarle con todos los medios a su alcance -masaje de reanimación, adrenalina intracardiaca y tratamiento de potasio-, pero el paciente no reaccionó.El corazón del enfermo se paró, el monitor informó de un encefalograma plano y los especialistas determinaron que estaba clínicamente muerto, y media hora después de su ingreso se comunicó el fallecimiento a la familia.

A la esposa de Rafael Guardiola, Antonia Albero, se le prohibió ver a su marido hasta que llegara el médico forense, encargado de realizar el certificado de defunción, preceptivo al considerarse que el paciente ingresó en el centro hospitalario prácticamente cadáver.

Tras declarar el fallecimiento, el cuerpo de Rafael Guardiola fue depositado en una de las cámaras frigoríficas del hospital. Dos horas después, el médico forense y la juez de guardia de Elda, Concepción González, acudieron al centro, y al abrir la cámara frigorífica comprobaron con asombro que el paciente dado por muerto respiraba, sufría convulsiones y emitía ronquidos.

De forma inmediata fue trasladado a la UCI, donde el hombre permanece ingresado en estado de coma. Fuentes del hospital informaron al cierre de esta edición que, dentro de la extrema gravedad, el paciente se encuentra en situación estacionaria.

Escasa información

El suceso ha levantado una fuerte polémica en la ciudad de Elda y en el resto de la provincia, incrementada por la escasa información que se facilita a los medios de comunicación.

Concepción González, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Elda, ha ordenado una investigación para determinar si ha existido negligencia por parte de los médicos que atendieron a Rafael Guardiola, y ha decretado el secreto judicial para las investigaciones.

Por su parte, la Policía Judicial tampoco quiso ayer realizar declaraciones, acogiéndose al secreto de investigación, y desde la dirección del hospital se limitaron a entregar a los periodistas un escueto comunicado en el que se informa de la imposibilidad de emitir partes médicos por haberse iniciado acciones judiciales sobre el caso.

El director médico del hospital comarcal de Elda, Juan Manuel Ibáñez, señala en ese comunicado que se acoge al secreto profesional, y que el silencio sobre el caso se debe, "sobre todo" al deseo expreso de la familia "de acogerse al derecho a la intimidad".

La investigación judicial persigue esclarecer por qué no existe una documentación completa sobre el supuesto fallecimiento de Guardiola. Al parecer, el resultado del encefalograma que se le realizó no se pasó por escrito, y los médicos se limitaron a mirar el monitor sin ordenar su impresión.

Otro aspecto que se investiga es el inmediato depósito del cuerpo en la cámara frigorífica, y si el efecto de la baja temperatura ha podido influir en que el paciente entrara en estado de coma.