España pondrá un precio alto al ingreso de Noruega en la Comunidad Europea
La diplomacia española cree tener la llave del ingreso de Noruega en la Comunidad Europea y le piensa poner un precio alto sobre todo en materia pesquera, según indicaron fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores. Su titular, Javier Solana, recibió ayer a su homólogo noruego, Thorvald Stoltenburg, que pidió comprensión para la candidatura de su país a la CE.
Los países mediterráneos de la CE no tienen nada que temer de la ampliación a países escandinavos, afirmó Stoltenburg ante la prensa después de haber explicado a Solana que Oslo desea obtener derogaciones restrictivas en materia agrícola, pesquera y de inversiones extranjeras en su industria petrolera.
Stoltenburg no se comprometió a aceptar íntegramente el acerbo comunitario y, a pesar de que Noruega fue miembro fundador de la OTAN, fue evasivo cuando se le preguntó si se integrará plenamente en la Unión de Europa Occidental, una organización que debería convertirse con el tiempo en el brazo armado de la CE. El 5 de abril la Comisión Europea dará a conocer su dictamen sobre la candidatura Noruega y poco después la presidencia danesa empezará la negociación con Oslo y con las tres otras capitales -Viena, Estocolmo y Helsinki- que han solicitado la adhesión y esperan ser miembros en 1995.Entre todos los aspirantes al ingreso Noruega es, probablemente, el que más interesa a España. Con una renta per cápita de más de tres millones de pesetas no sólo será un contribuyente neto a las arcas comunitarias sino que posee unas aguas con una fauna abundante atractiva para España, primera potencia pesquera de la CE. "Habrá que aumentar sustancialmente nuestro cuota pesquera, que alcanzará en los próximos años 11.000 toneladas de bacalao anuales", señaló un funcionario.
El principal escollo para la incorporación de Noruega no es España sino su opinión pública. El tratado de adhesión será sometido a referéndum y Stoltenburg confesó que un 50% de los ciudadanos se oponen a la adhesión mientras un 40% la aprueba y un 10% permanece indeciso.
La diplomacia española ha desmostrado saber negociar con los países escandinavos y centroeuropeos que forman parte del Espacio Económico Europeo (EEE), antesala del ingreso en la CE. Suiza se descolgó en diciembre del EEE a cuyos fondo de cohesión, para ayudar a España, Portugal, Francia e Irlanda, aportaba un 27% de sus 280.000 millones (210.000 en créditos y 70.000 en ayudas a fondo perdido).
El lunes se apalabré en Bruselas un acuerdo entre la CE y Noruega, Suecia, Finlandia y Austria en el que estos cuatro países aceptan mantener la dotación global del fondo a pesar de que Suiza se retiró del proyecto. A cambio, España sólo hizo una concesión. La tasa de bonificación de los créditos que recibirán los cuatro países de la cohesión se reduce del 3% al 2%.
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