Decepción y temor en los bancos centrales europeos

La decisión del Bundesbank de mantener inalterables sus tipos de interés a corto plazo causó ayer decepción en los bancos centrales europeos. En esta ocasión, ninguno de los responsables de la política monetaria quiso hacer comentarios al respecto, aunque fuentes oficiales españolas indicaron que la medida pone en peligro la reactivación económica en la CE y reabre el peligro de tensiones en los mercados cambiaríos del Sistema Monetario Europeo (SME). Sobre esta posibilidad alertaba ayer precisamente el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, partidario de acelerar el proceso de creación de una moneda única en Europa.Las críticas a la política restrictiva del banco central alemán se mantienen soterradas, pero en los últimos encuentros de altos respresentantes comunitarios se ha hecho saber a Alemania la necesidad imperiosa de relajar su política. También los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del Grupo de los Siete llamaron la atención al Gobierno de Bonn, el pasado fin de semana, sobre la conveniencia de reducir el diferencial de tipos de interés de Alemania con EE UU y Japón. El comunicado final del G7 en Londres había alimentado esperanzas de un cambio de actitud en el Bundesbank.

El Banco de España no quiso ayer hacer ninguna declaración, aunque fuentes de la entidad comentaron que tenían esperanzas de que el Bundesbank hubiera realizado algún gesto, y subrayaron que el mantenimiento del precio del dinero en Alemania supone un nuevo obstáculo para rebajar los tipos en España. Esta opinión era similar en otros bancos centrales europeos, según las citadas fuentes, algunos de los cuales -Irlanda y Dinamarca- ya habían reducido sus tipos el miércoles. En Francia se temen nuevos movimientos especulativos contra el franco.En España, la decisión del Bundesbank afectó más al mercado de deuda que a la peseta. La cotización de los bonos a diez años sufrió importantes altibajos, dentro de un mercado muy volátil, mientras que la peseta conseguía mantenerse estable frente al marco. Fuentes del mercado indicaron que el Banco de España había actuado con rapidez para evitar cualquier movimiento que pudiera desencadenar nuevas presiones sobre la moneda española.

El presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, que participaba ayer en un debate en París, organizado por la revista L'Expansion, comentó que la situación que atraviesa el SME, tras las devaluaciones de varias monedas, "es el veneno más mortal que puede afectar a la CE". A su juicio -informa Efe-, un desarrollo más rápido del proceso de moneda única representaría "un gesto de credibilidad para evitar la desintegración del SME".