Economía eleva en un 20% las amortizaciones para reducir la fiscalidad de las empresas

PILAR MARCOs La principal ventaja que obtendrán las empresas de¡ plan de reactivación anunciado por el Gobierno tiene carácter fiscal. Economía acaba de remitir a la CEOE las nuevas tablas de amortización de activos que empezaron a anunciarse en 1989. Con ellas, las empresas podrán acelerar un 20% el ritmo de amortización de sus inversiones, lo que supondrá una reducción equivalente en el impuesto sobre sociedades- que pagan por sus beneficios. El plan de reactivación inyectará nuevas inversiones por un volumen de medio billón de pesetas en dos años, según los cálculos del ministerio. Las pequeñas empresas son las potenciales protagonistas de la mitad de esa inversión, gracias a préstamos a bajo interés por importe de 160.000 millones de pesetas.

En marzo de 1989, el Gobierno se comprometió con la patronal CEOE a elaborar unas nuevas tablas de amortización de activos, en una mesa paralela a las negociaciones con los sindicatos que siguieron a la huelga general del 14-D. Esa nueva tabla era y es la alternativa que acepta el Ejecutivo a la petición empresarial de una actualización de balances, que fue el sistema elegido en el País Vasco.Ahora -en el marco del, plan de reactivación presentado en el Parlamento por Felipe González-, el Gobierno ha dado luz verde a esas nuevas tablas, que acaban de remitirse a la CEDE y se aprobarán por una orden ministerial en los próximos días. Las nuevas tablas suponen, por término medio, una reducción del 20% del periodo máximo autorizado para amortizar las inversiones. Es decir, se acelera en ese 20% el tiempo de amortización, con lo que las empresas podrán deducir del impuesto sobre sociedades un volumen de fondos equivalente.

Nuevas inversiones

Este porcentaje de reducción es una tasa media, toda vez que las inversiones que se deprecian con más rapidez por los cambios tecnológicos tendrán una arnortización más rápida que otras, como los inmuebles, que tardan en perder valor. Además, todas las inversiones que se realicen este año y en 1994 se beneficiarán de una aceleración adicional en ese calendario de amortización del 50% sobre la nueva tabla.

La nueva tabla de amortización es la única medida del paquete de reactivación aprobado por el Gobierno que ha. sido bien recibida por la CEOE. Por contra, las facilidades de crédito a tipos de interés preferericiales o subvencionados son insuficientes para la patronal.

El plan prevé tres líneas de créditos blandos para las pymes. La primera estará gestionada por el ICO, asciende a 100.000 millones de pesetas, a un tipo de interés del MIBOR (el interbancario en Madrid, que ronda los días sin tensiones monetarias el 13%), y financiará hasta el 50% de las inversiones a largo plazo de las pequeñas empresas. La segunda, por otros 50.000 millones, estará gestionada por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), pues a eso se comprometieron los Doce en la cumbre de Edimburgo como parte (le la Iniciativa de Crecimiento. La tercera, al 7% de tipo de interés, está reservada a inversiones en proyectos de alta tecnología. Su importe es de 10.000 millones de pesetas y las empresas deberán solicitar estos préstamos al Ministerio de Industria o al ICO.

Los 160.000 millones de pesetas que suman estas tres líneas de crédito forman la potencial aportación de la inversión privada al medio billón de pesetas que el Gobierno estima inyectará en la economía con su plan de reactivación, según aseguró ayer Pedro Pérez, secretario de Estado de Economía. Para la difusión de los 100.000 millones del ICO, esta institución pública actuará como mero proveedor de fondos a tres entidades de crédito por cada comunidad autónoma.

La elección de esos bancos o cajas se hará por un concurso. La ventaja para ellas de participar en la colocación de la línea de crédito es que el riesgo en caso de impago será mínimo y que el ICO les garantizará un margen de entre 1,5 y 2,5 puntos.

Aportación pública

La nueva aportación pública al medio billón de inversión asciende a 300.000 millones de pesetas: 100.000 millones de una línea adicional del BEI para proyectos de infraestructuras y 200.000 del plan de inversiones financiado con los fondos de cohesión y detallados en el cuadro.

La suma del programa de inversiones del cuadro asciende a 350.000 millones de pesetas, pero de ellos -según Pedro Pérez-, 160.000 millones ya estaban previstos en el plan de convergencia, con lo que la inversión adicional es de unos 200.000 millones.

El Gobierno debe financiar el 20% de las inversiones que se acojan al fondo de cohesión, con lo que para evitar un aumento del déficit ese porcentaje debe reasignarse de otros gastos. Además, los fondos esperados de la cohesión para 1993 están presupuestados para evitar agujeros.

Por ejemplo, Economía calcula que de los 164.000 millones de nueva obra que se contratarán este año, sólo tendrán que pagar en 1993 unos 100.000 millones, pues el resto de la obra no estará finalizada. Esa cifra se desglosa en 20.000 millones de aportación española y 80.000 de los fondos de cohesión. De esta última, 30.000 ya están presupuestados y los otros 50.000 son la ampliación de crédito que incluye el decreto de reactivación.