Grand Rock cierra y Zarabanda acepta
El restaurante Grand Rock, en Fuencarral, 116 -de la cadena internacional Hard Rock-, ha tirado la toalla y ayer cerró. Era insostenible económicamente el horario diurno -de ocho de la mañana a diez de la noche- impuesto por la Junta de Chamberí, basándose en que a partir de esa hora los clientes que entran y salen modifican el medio ambiente. Se le aplicó, como a otros cinco locales, la normativa para las zonas ambientalmente protegidas (ZAP). Los que sí pasan por el aro son Alfonso del Real y sus hijos, dueños, del café-teatro Zarabanda. Aceptan el horario diurno con tal de lograr algún ingreso. Ambos locales, a los que nunca se avisó del nuevo criterio cuando emprendieron sus trámites, dejan en la calle a 50 personas.
En el distrito de Chamberí están funcionando actualmente entre 4.000 y 5.000 locales cuyas licencias aún siguen en trámite, según informó ayer a este periódico Gabriel Molera, jefe de la oficina del distrito de Chamberí. Unos están pendientes de la licencia de apertura y funcionamiento, y otros, sólo de esta última. Esos establecimientos están divididos entre los que ejercen actividades inocuas y los que entran en el campo de las calificadas. Esta calificación depende de la potencia eléctrica y de la superficie. Molera se ofreció a facilitar hoy mismo las diferentes clasificaciones que tienen todos estos locales cuyas licencias aún están en trámite (y, sin embargo, funcionan).Miguel Ángel Rubio, asesor técnico del restaurante Grand Rock, cuyos propietarios han guardado silencio desde que se les aplicó el horario diurno, declaró ayer que la situación era insostenible para este negocio si se les obligaba a cerrar a las diez de la noche, ya que pierden así la totalidad de los clientes de la noche y gran parte de los del almuerzo.
"Nuestras actuaciones con la junta municipal se iniciaron en octubre de 1991 y nunca nos dijeron nada de horarios. No obstante, cuando conocimos la nueva normativa entregamos el estudio de impacto ambiental, así como la fórmula escogida para cumplir con las plazas de parking solicitadas y las razones, documentadas técnicamente, por las que el local no altera el medio ambiente ni incumple la ordenanza de la ZAP".
"Lo entiendo aprobado"
Una vez enviados estos documentos -donde se hacía constar un horario comprendido entre el mediodía y la una de la madrugada-, el departamento de Medio Ambiente les requirió una serie de aclaraciones al estudio de impacto ambiental, pero en ningún momento cuestionó si estaba adecuado o no al famoso punto 2.5 de la ordenanza ZAP."Como técnico, entiendo que desde el 29 de octubre de 1992, fecha de este último requerimiento, queda aprobado el horario de doce del mediodía a una de la madrugada", afirma Rubio, quien se encontró con la novedad en una reunión que mantuvo el pasado mes con el jefe de la Sección de Niveles Sonoros de Medio Ambiente, Plácido Perera: "Me dijo que no encuentra otro método para poder informar favorablemente el estudio de impacto ambiental que acogerse al horario diurno". Este mismo técnico declaró el martes pasado que ignora cómo hacer cumplir la normativa.
Rubio quiere dejar claro que esta actuación contra Grand Rock es una interpretación parcial de la propia ordenanza, ya que ésta no solamente obliga a las nuevas actividades, sino también a las ya existentes con anterioridad a la entrada en vigor de la ordenanza ZAP. "Desde el 19 de marzo de 1992, todos los locales existentes dentro de las zonas protegidas también deben de adecuarse a los preceptos, extremo que nos habría gustado que, con el mismo grado de cumplimiento y severidad, se hubiera exigido a los mismos", afirma Miguel Ángel Rubio.
Los dueños de Zarabanda -el actor Alfonso del Real y sus hijos- mantienen su encierro de protesta, pero han aceptado el horario diurno. "La aplicación de una norma en la que todos están de acuerdo que no se puede cumplir le ha, costado el puesto de trabajo a 50 personas -35 del Grand Rock y 15 de Zarabanda-", comentó Emilio del Real.
Por el momento, la familia Del Real tiene previsto continuar con las acciones legales para ofrecer café-teatro por la noche. "Desde el principio, antes de que existiera la famosa normativa de zonas protegidas, fue lo que anunciamos que haríamos, y tuvimos una respuesta afirmativa de la Junta. Es fácil comprender que de otro modo no nos habríamos lanzado a una inversión que supera los 200 millones".
