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Los restos del misil argentino que ha destruido España sólo son "chatarra"

Miguel González

Los elementos del misil argentino Cóndor 2 que España ha destruido, en virtud de un acuerdo personal entre Felipe González y Carlos Menem, no son más que "chatarra", carente de cualquier valor militar o tecnológico, según técnicos españoles que han tenido acceso a los mismos. Todos los componentes "sensibles" del proyectil, que el 29 de enero llegaron a la base de Rota desde Argentina, distribuidos en tres decenas de contenedores, fueron inmediatamente reenviados a Estados Unidos.

El ministro de Defensa, Julián García Vargas, se refirió públicamente, por vez primera, el 30 de enero, al acuerdo entre Madrid y Buenos Aires para que el misil Cóndor 2, desarrollado por la junta militar argentina tras la humillante derrota de las Malvinas (1982), fuera destruido en España por técnicos de la agencia espacial INTA. Un día antes, el buque de la Armada argentina Bahía de San Blas había descargado en la base aeronaval de Rota (Cádiz) los restos del polémico proyectil.El ministro ya sugirió, en ese momento, la posibilidad de que "si algún componente del misil fuera desconocido para la tecnología del INTA, sería enviado a Estados Unidos para su destrucción". La frase, en condicional, revelaba una decisión ya tomada: todos los elementos "sensibles" del misil, especialmente los 14 motores, fueron remitidos de inmediato hacia Estados Unidos, mientras que en España no quedaron más que algunos restos metálicos, que los técnicos no dudan en calificar de "mera chatarra".

Sin documentación técnica

Hasta tal punto carecen de interés y utilidad los elementos almacenados en la base gaditana que, en contra de lo que se dijo, el INTA ha renunciado a trasladarlos a sus instalaciones centrales, en Torrejón (Madrid), y ha optado por destruirlos en Rota.Igualmente se ha descartado la posibilidad, apuntada por los responsables argentinos, de que elementos del Cóndor 2 se aprovechen para el proyecto español Capricornio, un futuro cohete lanzador de microsatélites. El valor de los componentes llegados a Rota es "absolutamente nulo" para cualquier programa espacial español, según el INTA.

Aunque todos los elementos "sensibles" del INTA han acabado en Estados Unidos, este país, a través de su embajador en Buenos Aires, Terence Todman, ha protestado por lo que considera ocultación de componentes esenciales del proyecto. Técnicos españoles ratifican que en los contenedores llegados a Rota no venían los sistemas electrónicos de guiado ni, por supuesto, las cabezas de guerra, que sólo se colocan para su lanzamiento.

Ya cuando una delegación del INTA visitó, a finales de verano, la base ultrasecreta de Falda del Carmen, en Córdoba (Argentina), para conocer de primera mano el proyecto, se encontró con que toda la documentación técnica del programa había desaparecido, el equipo de ingenieros que lo diseñó se había dispersado y los elementos desmontados del misil que quedaban correspondían a dos proyectiles menos de los teóricamente fabricados.

"Nunca vimos un misil completo y ni siquiera los planos. Así que es difícil saber qué es exactamente lo que falta y dónde ha ido a parar", afirman los técnicos españoles.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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