Nueve toros 'comerciales'

En 1927 se celebró en México la primera corrida donde se disputó la Oreja de Oro, que se organiza en beneficio de la asociación de toreros. El domingo, tras 25 años de interrupción, se volvió a revivir este festejo-concurso que, desafortunadamente, resultó indigno por culpa del escaso vigor y mansedumbre del toro llamado comercial, y se declaró desierto el trofeo.Con maestría, Mariano Ramos se hizo del débil adversario de Vistahermosa (corto de recorrido), al que toreó con ambas manos con mucha suavidad.

Armillita trasteó a una bestia sin fuerza que doblaba las manos, del hierro de La Gloria. Le enjaretó estéticos naturales cargando con ritmo la suerte.

El banderillero Alfredo Acosta le colocó extraordinario par de poder a poder al ejemplar de la ganadería de Fernando de la Mora, que ovacionaron de pie los 43.000 espectadores. El matador, Jorge Gutiérrez, por permitir que castigaran excesivamente al burel, lo dejó parado y no pudo hacer nada con él, ya que terminó soso. Luego el banderillero daría la vuelta al ruedo.

Por no asentar en la puya a la alegre res de Xajay, El Zotoluco no pudo con su fiereza. Regaló el sobrero, un morlaco sin claridad, con el cual se vio deslucido.

Al bicho receloso de Reyes Huertas, Alejandro del Olivar le hizo su labor sin acoplarse e insípidamente.

Teodoro Gómez, por actuar para la galería, dejó ir el triunfo, al no saber domeñar la boyante bravura del toro de la dehesa de Tequisquiapan, que fue aplaudido en el arrastre.

La cebada res de Vicky de la Mora que rompió plaza fue devuelta por burriciega y se corrió la actuación de Karla . Sánchez, que rejoneó con voluntad un distraído sobrero de Cabrera.