El Gobierno italiano estudia hoy medidas de perdón para frenar la descomposición política

El Consejo de Ministros italiano tiene previsto examinar hoy dos decretos nacidos de la progresiva descomposición del país por el escándalo de la corrupción y, más específicamente, del deseo unánime de encontrar una solución política al mismo, pedida por un amplio abanico de personas e instituciones, desde el propio juez símbolo de la operación llamada Manos Limpias, Antonio di Pietro, hasta el presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro.

El presidente Scalfaro, el viernes, apoyó e hizo suya la filosofía con la que el nuevo ministro de Justicia, Giovanni Conso, prepara la salida legal al escándalo. Los corruptos deben devolver el dinero y retirarse de la política, a cambio de no ir a la cárcel.Actuar con rapidez es el santo y seña para frenar la sangría de primeras espadas de la política, la empresa y las finanzas que está suponiendo la investigación sobre las comisiones fraudulentas y la financiación ¡lícita de los partidos -se calcula que están implicadas unas 60.000 personas-. Rapidez, y dar a luz unas medidas que concilien las necesidades político-legislativas con las expectativas de la opinión pública, que debe aceptar que se busquen salidas sin cortar cabezas, es lo que se pretende.

Si se atiene a las previsiones, el Ejecutivo estudiará hoy dos decretos que agilicen el trabajo de los jueces y limiten el uso de la prisión preventiva.

El nuevo ministro de Justicia, Giovanni Conso ha advertido sobre las consecuencias económicas de la acción judicial, al decir que puede llevar a Italia al desastre económico con "un cementerio de fábricas cerradas, gente hambrienta y familias al límite, porque la justicia no ha sabido solucionar el problema". Mientras, el presidente de la República ha defendido la necesidad de que sean castigados con dureza quienes hayan trasvasado cantidades de dinero a un determinado partido al margen de los balances, pero también de separar los verdaderos delitos de la mera contingencia política.

Devolver el dinero

"El hecho de que alguien entregue dinero al partido, si el dinero es limpio, es penalmente irrelevante", sostuvo Scalfaro el viernes, mientras llamaba a evitar largos procesos judiciales. El jefe del Estado dijo también que quien haya violado la ley debe devolver el dinero obtenido fraudulentamente y retirarse de la política. Ello evitaría la espera, durante años, de una sentencia.El llamado voto de intercambio, o apoyo electoral a cambio de favores, fue considerado por el presidente como contrario a toda norma porque el voto, dijo, "no es una moneda que se lanza al rnercado". Desde la Democracia Cristiana, su partido, se han alzando voces que defienden la licitud de esta modalidad tan extendida, especialmente en el sur de Italia.

Oscar Luigi Scalfaro hizo hincapié en que el Parlamento está totalmente legitimado y en plenitud de sus poderes y se mostró a favor de la inmunidad parlamentaria, aunque dando facilidades a los jueces para realizar su trabajo y, en su línea desde hace tantos años, defendió la dignidad de las Cámaras diciendo: "No es justo ni lícito que, porque algunos se hayan equivocado, todo un colectivo sea llenado de infamia. Absolutamente no".

Precisamente ayer, la prensa italiana publicaba los testimonios de Lorenzo Panzavolta, presidente de una importante sociedad de construcción, quien acusa a los ex comunistas del Partido Democrático de la Izquierda (PDS) de haber aceptado comisiones ilegales. Algunos miembros del PDS están implicados en casos aislados de corrupción, pero el partido como tal había conseguido quedar al margen.