El edificio Corea presenta una oferta de rehabilitación de su aluminosis
La propiedad de la finca conocida como Corea, el primer bloque de Madrid en el que se comprobó oficialmente la presencia de aluminosis (una enfermedad del cemento aluminoso), ha presentado notarialmente a sus inquilinos y a los responsables municipales (Junta de Distrito y Gerencia de Urbanismo) una oferta de rehabilitación del inmueble. La finca, situada entre el paseo de la Castellana y las calles de Félix Boix, Doctor Fléming y Carlos Maurrás, se compone de 17 portales, 594 viviendas y 86 locales comerciales.
Constructora de Viviendas, SA, que representa a la propiedad, ha aprovechado las conclusiones de una reunión el pasado 22 de enero con los responsables de la Gerencia de Urbanismo para acomodar una oferta concreta de restauración de los pisos dañados a sus inquilinos. La propuesta, sin embargo, empieza por descalificar un informe técnico que los arrendatarios encargaron al arquitecto Federico García Germán y en el que se minimizaban los efectos reales de la aluminosis en esta casa.
Los propietarios descalifican ese informe porque se basa "en una ligera inspección ocular", y han recabado para apoyar este argumento un nuevo dictamen técnico a la consultoría de ingeniería privada Otep Internacional, que fue la primera que observó el 17 de octubre de 1991 corrosión por aluminosis en varios pisos de Corea.
Subvención mínima del 40%
En la reunión del pasado mes de enero, Fernando Macías, jefe del departamento municipal de Protección a la Edificación, dejó claro a todos los interesados que el bloque padece aluminosis e informó que el Gobierno central y el regional han consignado un fondo de 6.000 millones de pesetas para acometer las reparaciones necesarias en Madrid. Las ayudas, que gestionará el Ayuntamiento, llegarán como mínimo hasta el 40% del coste total de la obra y como máximo al 80%. Los afectados estarán exentos de las licencias y tributos municipales y dispondrán de créditos blandos de cajas de ahorro.La propiedad, por su parte, contribuirá a la rehabilitación con un "alto porcentaje" todavía no precisado, realojará a los inquilinos en los 63 pisos vacíos de que dispone en ese bloque según vayan empezando las obras -que durarán dos o tres meses- y cobrará por ello las mismas rentas. Este dato no es anecdótico. Una gran mayoría de los inquilinos pagan alquileres de renta antigua en algún caso de 3.000 pesetas mensuales.
En un punto del escrito se especifica: "Las manifestaciones referidas a proyectos especulativos, deficiente mantenimiento, ausencia de plan de reparaciones, pretensiones de desalojo inmediato, declaración de ruina, no sólo son totalmente ajenas a la realidad, sino que disienten de la constante línea de actuación de Constructora de Viviendas SA, en mantener a todos los arrendatarios en la pacífica posesión de sus viviendas, sea cual sea la renta que satisfacen".
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