"Si la paz no llega pronto, Bosnia puede convertirse en un nuevo Líbano"
ENVIADO ESPECIAL El general Prado ilustra con un ejemplo este riesgo que se cierne sobre una guerra cada día más incontrolable, más dispersa y más desordenada, con centenares de frentes de combate. Se refiere el militar a las continuas negociaciones que propician los responsables de Unprofor para lograr acuerdos de alto el fuego en distintas zonas del país. "Te reúnes", señala, "con altos mandos militares serbios, croatas y musulmanes. Todos manifiestan su disposición para la paz, pero el control de los frentes bélicos está muy difuminado. De este modo la cadena de mando no funciona y los pactos con los jefes se incumplen cuando han de aplicarlos las numerosas milicias que operan sobre el terreno".
Delimiro Prado se muestra satisfecho por el reciente acuerdo logrado entre los máximos jefes militares croata y musulmán de Bosnia, los generales Milivoj Petkovic y Sefer Halilovic, respectivamente, que ha permitido apaciguar por el momento los brotes de enfrentamientos entre estas dos comunidades, teóricas aliadas en su lucha contra los serbios. "Todos están condenados a entenderse", añade, "porque soluciones impuestas por la fuerza o por una eventual intervención militar multinacional resultan objetivos muy difíciles aquí. Un amplio contingente de tropas de la ONU podría garantizar quizá una tregua, pero se vería incapaz de asegurar el mantenimiento de una situación estable de paz".
Todos contra todos
Según el general Prado, los cuarteles generales de los tres bandos en conflicto están preocupados por la extensión incontrolada de las hostilidades.
"Nos encontramos ante una guerra civil en toda regla, aunque a ellos no les guste llamarla así. Ya sabemos que este tipo de conflagraciones siempre adquieren tintes muy crueles. Además, en Bosnia todo está teñido de rivalidades religiosas, personales o familiares en una zona históricamente de frontera [entre los imperios austro-húngaro y otomano]. Me gusta comparar esta guerra con un átomo. Mientras permanece unido y amalgamado, no pasa nada. Pero cuando se divide, estalla en mil pedazos con sus correspondientes cargas de energía".
Admite.Prado una cierta impotencia cuando alguna de las partes en conflicto, especialmente los serbios, impide la llegada de la ayuda humanitaria escoltada por Unprofor, como ocurrió la pasada semana en varias poblaciones de Bosnia oriental. Tras reconocer que las fuerzas militares de la ONU han visto deteriorada su imagen entre la población, el segundo jefe de Unprofor se muestra tajante: "Si el presidente bosnio, Alia Izetbegovic, se niega a que se distribuyan los alimentos en Sarajevo como solidaridad con ciudades incomunicadas, nosotros no podemos hacer nada". [El pasado lunes las autoridades bosnias permitieron, después de diez días de huelga de hambre, que la ayuda llegara de nuevo a Sarajevo.]
Sin embargo, el general Prado manifiesta con rotundidad que la ayuda humanitaria consistente en alimentos, mantas, aparatos de calefacción y medicinas, ha evitado la muerte de muchas personas durante el invierno de Bosnia. "Hemos logrado conjurar las amenazas del frío y del hambre. Nadie ha muerto por estas causas en Bosnia durante los últimos meses". Fuentes bosnias sostienen, en cambio, que se han dado casos de fallecimientos por congelación o inanición.
Alrededor de 10.000 soldados se encuentran ya a las órdenes de Unprofor en Bosnia-Herzegovina, bajo el mando del general francés Philippe Morillon, el inmediato superior del general Delimiro Prado. Británicos, franceses, españoles, egipcios y ucranios y en fecha próxima también canadienses aparecen entre las principales procedencias nacionales de estos militares al servicio de la ONU. En total, unos 20.000 cascos azules están desplegados en la actualidad en el territorio de la antigua Yugoslavia. El general aragonés, que viaja con una pequeña reliquia de la virgen del Pilar en un bolsillo de la camisa -"soy católico, pero no supersticioso"-, debe permanecer hasta julio en su puesto. Con un hablar pausado, Prado destaca que está viviendo su experiencia personal y profesional más rica.
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