Basuras civilizadas
La CE y España preparan normas de recuperación de embalajes similares a las recientes de Francia y Alemania
Los cien millones de hogares europeos pronto van a mirar de otra forma los botes de aceitunas, las botellas de suavizante o las cajas de cartón. El bote, la botella y la caja dejarán de ser simple basura. Recibirán un nuevo tratamiento; que para eso los envases y embalajes son 50 millones de toneladas por año y suponen entre un tercio y un 40% de los residuos urbanos. Alemania y Francia han introducido estrictas normas para recuperar la mayor parte posible de los envases y embalajes, y la CE elabora una complicada directiva para que se recicle un 60%; o sea, un 42% más que ahora. España negocia algo similar.
El pasado 1 de enero empezó a aplicarse el decreto francés. El sistema hace responsables a los municipios y a las empresas para que, juntos, den alternativas al vertedero. Para su gestión, se ha creado un organismo, Eco-Embalaje, SA, que impone tasas a cada envase y negocia contratos con los municipios para realizar recogidas selectivas de la basura -que no vaya todo mezclado-. Nöel Mangin, de Eco-Embalaje, señala que el objetivo en esta década es reciclar un 56% de todos los envases.Hace un año entró en vigor la ley alemana, o ley Töpfer -nombre de su famoso ministro de Medio Ambiente- Al contrario que los franceses, los alemanes no admiten la incineración con producción de energía como sistema válido de tratamiento. Y se marcan unos objetivos más ambiciosos: en 1995 quieren reutilizar un 64% de todos los envases consumidos.
Bernd Bócking, director general de Gesparec, la empresa en cargada de¡ reciclaje del papel, reconoce que hasta ahora la re cuperación de envases de uso do méstico en Alemania es pequeña; sin embargo, gracias a las regulaciones de nuestro creativo mi nistro, los embalajes comerciales y de transporte deben ser recogidos y reciclados al ciento por ciento desde hace un año".
Recogida paralela
La legislación alemana ha traspasado a los empresarios toda la responsabilidad de los desechos de embalajes: tan responsables son del producto como del residuo. Y éstos han tenido que montar el sistema de recogida y recuperación, que funciona paralelo al general de basuras, que sigue siendo competencia de los ayuntamientos (sistema dual).
Sin embargo, en España se considera al método alemán irreal" y "poco operativo" y con consecuencias perversas: los alemanes se están atragantando de residuos que no pueden reciclar, y optan por exportarlos a terceros países más tolerantes, y acaban en los vertederos. También resulta muy caro, y su rigidez sólo funciona en una sociedad disciplinada y muy concienciada, lo que no es el caso en España, informa Carles Pastor.
La CE se halla metida en la preparación de una complicadísima directiva, que probablemente no estará lista hasta 1994, cuyo objetivo, en un plazo máximo de diez años, es que en los países comunitarios sólo acabe en los vertederos un 10% de los envases y embalajes, sólo un 30% se incinere y el 60% se recicle.
Eusebio Murillo, jefe de división de la Dirección General de Medio Ambiente de la CE, explica que la directiva no incluirá límites explícitos a la producción de envases, por "haber llegado a la conclusión de que esa medida sería perjudicial para la economía, el comercio y la sanidad".
Poner orden en la maraña
Uno de los principales objetivos de esta directiva es poner orden ante la proliferación de regulaciones nacionales que pueden suponer importantes trabas a la libre circulación de mercancías. Bélgica, Holanda y Dinamarca también tienen normativas de este tipo. La ley danesa acabó en los tribunales comunitarios y el decreto alemán se estudia en la Comisión por si ha infringido el derecho comunitario.
Mangin, Bócking y Murillo hablaron de botes, botellas, cajas, tambores y paquetes en las jornadas sobre El reciclaje de los embalajes de papel y cartón en España, celebradas en Madrid esta semana. En su inauguración, Domingo Jiménez Beltrán, director general de Medio Ambiente, dijo que el gran problema de España es que es demasiado barato tirar las cosas a los vertederos. Los costes de vertidos en España oscilan entre 0 y 2.000 pesetas por tonelada; mientras que en Francia son de 2.000 a 4.000 pesetas, y en Alemania van de 16.000 a 30.000 pesetas.
Jiménez Beltrán echó un rapapolvo a los empresarios: "Hemos tenido fracasos estrepitosos en el desarrollo de acuerdos voluntarios con las industrias para poner en marcha la recuperación y reciclado de residuos; nos gastaría una participación más responsable del mundo empresarial". Jiménez Beltrán señaló como fracasos de esa colaboración voluntaria Administración industria la campaña de recogida de pilas botón y el bloqueo de negociaciones con los fabricantes e importadores de aceite industrial.
Los empresarios también tienen mucho que recriminar a la Administración, por no haber sido capaz, dicen, de crear unos dispositivos que fomenten la recogida selectiva de la basura.
Eduardo Aragües, director de aprovisionamiento de la papelera zaragozana Saica, destaca que España, pese a ser uno de los países europeos que utilizan mayor porcentaje de papel usado (65%) como materia prima en sus papeleras, se encuentra con que producir papel reciclado le sale mucho más caro que a Francia o Alemania: "Nuestras papeleras soportan un 14% de mayor coste en la fabricación de papel nuevo reciclado que las francesas, y un 21% más que las alemanas".
Esta falta de competitividad, en unos tiempos en que cada vez se demanda más papel ecológico , es una de las principales razones de que las importaciones de papel aumentaran un 88% en 1992 respecto a 1991 y las exportaciones de papel español a Europa disminuyeran en casi un 32%. Un futuro más negro que verde.
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