Retorno a las viejas tauromaquias

La Feria de San Fermín reúne durante el abono taurino, que transcurre entre el 6 y el 15 de julio, lo más granado de la torería y de las ganaderías de bravo, pero se abre también al origen de las tauromaquias, ofreciendo un acabado repertorio de aquellas suertes que inmortalizó Goya.En el concurso de recortadores, los que intervienen lo hacen con toros de lidia en puntas. No intervienen peones de auxilio con capotes, y si proceden quites, los harán los propios recortadores a cuerpo limpio. Una vez el toro en el redondel, primero lo cuartean y recortan, y luego han de colocarle anillas en las astas. Un artista del recorte es José Manuel Díaz, Vargas, natural de Pamplona. Entre los toreros de la especialidad destacan también los navarros Ezquerro, Marín y Constanza; los aragoneses Cuenca y El Tano, y los madrileños Horche y Delgado.

La corrida vasco-landesa, original del sur de Francia, ofrece asimismo suertes de las tauromaquias primitivas. Se basa en cambios y saltos -mientras los recortadores cuartean y quiebran- y los actuantes visten el típico bolero landés. Su repertorio, inspirado en la escenas goyescas, se va renovando y actualmente es el salto del ángel lo que más arrebata a los públicos. Jean Paul Lavigne, que se retiró en un festejo de los sanfermines, está considerado la figura legendaria del toreo vasco-landés.

El aficionado y empresario Jorge Ramón Sarasa, organizador y principal promotor de este retorno a las tauromaquias añejas, ha luchado tenazmente para conseguir que los concursos de recortadores se celebren con toros de lidia íntegros. Y gracias a sus gestiones, el Gobierno de Navarra los ha incluido en el nuevo reglamento taurino de la comunidad foral.