El arsenal farmacológico

La búsqueda de sustancias químicas que sean más selectivas contra los tumores y menos tóxicas para el organismo ocupa a numerosos laboratorios. Una de las más prometedoras es el taxol, extraída de la corteza de un árbol del Pacífico. Su fabricante, Bristol Myers Squibb, ha sido autorizado para utilizarla contra el cáncer de ovarios en Estados Unidos. El taxol y sustancias parecidas puestas apunto por otros laboratorios actúan disminuyendo el tamaño del tumor en vez de destruyéndolo.Otro enfoque es utilizar sustancias naturales en el organismo. Un ejemplo es el tomoxofen, de ICI, un inhibidor del estrógeno, que se está utilizando en el tratamiento precoz del cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas.

Hay sustancias biológicas, como los anticuerpos monoclonales, que produjeron grandes expectativas y no han respondido a ellas a corto plazo, y las citoquinas, que estimulan el sistema inmune. Pero "el diagnóstico precoz, unido a posibles marcadores genéticos del cáncer, es la esperanza mayor para los pacientes", según Nicholas Wright, del Imperial Cáncer Research Fund del Reino Unido.