Los obispos se 'rebelan' contra el Vaticano y ponen a Elías Yanes al frente del episcopado
El nuncio apostólico en España, Mario Tagliaferri, el Vaticano y el cardenal Angel Suquía sufrieron ayer un duro revés. Su candidato, el arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, no consiguió acceder a la presidencia de la Conferencia Episcopal. Elías Yanes, arzobispo ole Zaragoza, que ayer cumplió 65 años, regirá esta institución tres años. En la vicepresidencia estará Fernando Sebastián, arzobispo coadjutor de Granada. El episcopado no ha realizado un voto político. De esa forma, hubiera ganado Carles, que obtuvo 30 sufragios frente a los 45 de Yanes. Ha sido un voto de castigo contra una línea de gobierno gris apadrinada por el Vaticano y que ha dejado a la Conferencia "muerta de aburrimiento", según dijo un obispo.
La elección de Yanes y Sebastián representa, de hecho, una desautorización para la línea continuista promovida por Tagliaferri y Suquía. Tanto Yanes como Sebastián, que no son precisamente progresistas, tienen un capital que, de acuerdo con los resultados de los comicios, cautivó el voto de la mayoría del episcopado: creen apasionadamente en la Conferencia como órgano colegiado de la Iglesia de España."Ha ganado la renovación", comentó un sacerdote. Son, además, arzobispos con una amplia formación y talla intelectual suficiente como para "ser fieles sin ser sumisos a Roma", a juicio de los analistas. Algo inhabitual entre la mayoría de los prelados, que, cómo dijo recientemente el cardenal Vicente Enrique y Tarancón, "padecen tortícolis de tanto mirar a Roma". Carles, por el contrario, carece de esta talla, a juicio de algunos obispos y analistas, que consideran asimismo que, de haber resultado elegido, hubiera atendido fácilmente a las directrices de la Nunciatura Apostólica. "Me lo van a matar", comentó una fuente próxima al arzobispo de Barcelona cuando se confirmó que Carles era el candidato continuista.
Una pareja deseada
La elección de Yanes estaba cantada desde la votación sondeo realizada entrada la noche del pasado lunes. Por ello, los prelados, que acostumbran a pernoctar en la Casa de Ejercicios de la Asunción, a 200 metros de la Conferencia Episcopal, cenaron - "acelgas, tortilla francesa y pescado proletario", según Antonio Montero, obispo de Badajoz- con tranquilidad, sin necesidad de elaborar nuevas estrategias. Estaba claro, y así fue. Yanes resultó elegido en primera vuelta, con 45 votos de los 77 obispos presentes en el aula, incluidos los de los 10 obispos catalanes que no votaron a Carles. Superaba así holgadamente la mitad más uno de los votos que necesitaba para acceder a. la. presidencia. Suquía, tras conocerse los resultados, ofreció su colaboración a su sucesor. Yanes, tras agradecer la cortesía, encomendó su mandato a la Virgen del Pilar.
La elección de Yanes dio paso al refrigerio que acostumbran a tomar los obispos a la hora del ángelus. Luego, nuevamente a votar. Esta vez el vicepresidente. Fernando Sebastián, de 63 años, administrador apostólico de Málaga y arzobispo coadjutor de Granada, arrasaba en primera vuelta con 52 votos. Carles quedaba segundo nuevamente, con 18. Antonio Maria Rouco, arzobispo de Santiago de Compostela, era tercero con cinco.
Sorpresa mayúscula
Sorpresa mayúscula. El sector más abierto, que había trabajado con cautela y sigilo ante las elecciones,lograba el tándem a su juicio, idóneo -Yanes y Sebastián- para dar un golpe de timón en la Conferencia, sin tener que ceder por Cortesía la vicepresidencia al sector teóricamente derrotado, como es habitual. Hace seis años perdieron en quinta vuelta por acudir desorganizados, como luego reconocieron. Suquía accedió entonces a la presidencia. Esta elección comportó posteriormente la salida de Fernando Sebastián de la secretaría general.
Los Reyes enviaron ayer un telegrama de felicitación a Yanes y otro de agradecimiento a Suquía.
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