Los musulmanes son las víctimas

Entre los datos mencionados por la prensa estadounidense y las informaciones que han trascendido de contactos entre diplomáticos europeos y funcionarios del Departamento de Estado se puede trazar un índice que engloba algunas de las nuevas ideas" que piensa aportar Washington para parar la guerra en Bosnia:Tratar a los serbios como agresores y a los musulmanes bosnios como agredidos, no como partes iguales de un conflicto civil.

Las "nuevas ideas" serán presentadas como una continuación de los esfuerzos de Cyrus Vance (por las Naciones Unidas) y David Owen (por la Comunidad Europea). Para ello se convocará una nueva conferencia con las tres partes enfrentadas, de acuerdo al modelo de las conferencias de paz de Ginebra, aunque incluyendo ahora a Estados Unidos.

Para conducir el proceso será nombrado un embajador especial, que trabajará junto a Vance y Owen.

El plan de división de Bosnia en diez provincias autónomas servirá como base de trabajo, aunque posiblemente con modificaciones.

Creación de un fondo de ayuda económica a los que más han sufrido en la guerra: los musulmanes bosnios.

Mantenimiento de las sanciones económicas sobre Serbia.

Creación de una comisión para la vigilancia de los derechos humanos en la antigua Yugoslavia.

Creación de un tribunal internacional para juzgar los crímenes de guerra.

Advertencia a Serbia de que no será tolerada ninguna acción agresiva contra la antigua región yugoslava de Kosovo, habitada mayoritariamente por albaneses.

Compromiso de EE UU de colaborar en la aplicación de este plan. Este es el aspecto que mayor controversia está causando dentro de la Administración norteamericana ya que, mientras que el Pentágono advierte que cualquier implicación militar con fuerzas de tierra en la antigua Yugoslavia supondría la amenaza de un nuevo Vietnam, otros asesores políticos del presidente admiten que cualquier plan de paz es inaplicable si EE UU no está dispuesto a respaldarlo con el mayor grado posible de implicación militar.