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El PSOE dice que persisten los focos de basura que el PP previó erradicar

Juan Antonio Carbajo

El concejal de Limpieza, Luis Molina, anunció en octubre, al asumir el cargo, un plan de choque que comenzaba con la eliminación de 226 focos de basura. Pasados tres meses, el PSOE ha visitado un tercio de aquellos puntos negros con la siguiente conclusión: el 92% sigue existiendo y sólo en los distritos de Salamanca y Retiro se ha mejorado. La concejal de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, contestó agradecida desde el Congreso Nacional del PP: "Eso distritos estaban especialmente abandonados cuando gobernaba el PSOE".

El grupo socialista municipal hizo un trabajo de campo la última semana de enero para observar el grado de cumplimiento del plan Molina, cuyo punto primero consistía en reforzar la vigilancia sobre 226 focos de basura. Son, sobre todo, las zonas donde se suele acumular basura, escombros, muebles y electrodomésticos de forma descontrolada.La concejal socialista Ana Tutor anunció ayer las conclusiones de la inspección: "De los 90 puntos negros analizados se han encontrado basuras, muebles y residuos en un 92%. En los distritos de Villaverde y Centro persiste el 100% de las zonas incluidas en la lista del concejal de Limpieza. El menor grado de suciedad se ha encontrado en Salamanca y Retiro, en los que se han encontrado limpios cinco de los once puntos inspeccionados".

Suciedad clasista

El grupo socialista ha observado claras diferencias en los focos de basura según estén en los barrios céntricos o en el extrarradio. "En los distritos periféricos la suciedad se acumula en solares convertidos en vertederos o alrededor de los contenedores de basura, cuyo número resulta insuficiente"."En el distrito Centro, la suciedad está provocada por la proliferación de contenedores de obra que sirven de depósito de todo tipo de desperdicios o por residuos que se arrojan sin más a la calle", comentó, Ana Tutor.

Según la investigación del PSOE, muchos de los puntos descontrolados de Centro no están incluidos en ningún itinerario del servicio de recogida de basura. Además, "en Villaverde, el número de contenedores es tan bajo que el 35% de la basura se deposita fuera de ellos; en Fuencarral ocurre lo mismo con el 25% de la basura".

La concejal de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, de la que depende el Departamento de Limpieza, replicó a Tutor desde el congreso nacional del Partido Popular, con una relación de sus logros: programa de recogida de residuos reciclables, duplicación del número de cubo de basura en tres años y entrega gratuita a los ciudadanos que lo soliciten, recogida gratuita de muebles y enseres viejos... Sin embargo, nada dijo del plan de choque ideado por Molina y puesto en entredicho por el PSOE.

Tutor destacó, además, que desde que el alcalde nombró al concejal de Limpieza el número de denuncias ha descendido un 60%. En el plan Molina se anunció que la Patrulla Verde de la Policía Municipal iba a indicar sus obligaciones a los ciudadanos que abandonaran basuras, mientras que los reincidentes "serían sancionados con el mayor rigor".

Sin embargo, el Ayuntamiento ha pasado de imponer una media mensual de 561 sanciones por no utilizar los cubos de basura a 226 desde que existe la concejalía de Limpieza. La media de multas mensuales por despositar residuos en la vía pública ha bajado de 96 a 42. Aguirre dijo ayer que este dato se debía a que "los madrileños son ahora más respetuosos con la normativa municipal".

Vidrio sin contenedores

Otra de las críticas del PSOE se centra en el déficit de contenedores de vidrio, muchos de los cuales se encuentran repletos y rodeados de botellas que no encuentran espacio en su interior.El pasado año, los madrileños aumentaron en un 47% las toneladas de vidrio que depositaron en ellos. Los kilos de botellas por habitante entregadas para su reciclaje pasaron de 1,7 en 1991 a 2,4 en 1992. Sin embargo, este espectacular aumento de la conciencia ecológica de los ciudadanos no ha sido correspondido por la concejalía de Medio Ambiente, según sus propios datos. El pasado año el número de puntos de recogida sólo se incrementó un 16%.

Por ello, casi el mismo número de recipientes soportó una demanda mucho mayor. En 1991 se depositó en cada contenedor (iglú) una media de 3.800 kilos. El año pasado, el mismo recipiente recibió 4.800 kilos.

Esperanza Aguirre anunció ayer que en mayo se instalarán otros 250 iglús en la ciudad, con lo que se elevará a 1.860 el número de recipientes de vidrio instalados en Madrid. Con esta cantidad, se conseguirá elevar la media de iglús a uno por cada 1.612 habitantes, una cifra que queda aún lejos de la tendencia de la Comunidad Europea, que se sitúa en uno por cada 1.000 habitantes.

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