Una red de espionaje 'pincha' teléfonos de políticos, fiscales y periodistas de Barcelona

La reiteración de escuchas ilegales en Barcelona ha alertado a la policía, la cual investiga una red de espionaje privada que en los últimos meses ha pinchado teléfonos de políticos, fiscales y periodistas en Barcelona. El último episodio conocido afecta al presidente del Comité de Gobierno de Unió Democrática, Josep Antoni Durán Lleida. En su domicilio particular se ha detectado la existencia de una derivación de las líneas exteriores del inmueble, que se pierde en el vecino palacio de Pedralbes. El fiscal Carlos Jiménez Villarejo; el presidente de Iniciativa per Catalunya, Rafael Ribó, y el director de TVE en Cataluña, Enric Sopena, también han sido víctimas en las últimas semanas de este tipo de espionaje.

Las víctimas de los pinchazos telefónicos pertenecen a ámbitos muy distintos de la vida pública catalana. En los dos últimos meses se han comprobado pinchazos en el domicilio particular del fiscal-jefe de Cataluña, Carlos Jiménez Villarejo, y en la sede de Iniciativa per Catalunya.La posibilidad de que el secretario general de Convergència Democrática, Miquel Roca, haya sido víctima también de estas prácticas es conocida también por las autoridades gubernativas, si bien Roca precisó a este diario que no tiene conciencia de haber sido espiado, por lo que no ha ordenado revisar sus líneas ni ha presentado denuncia de ningún tipo. El director de TVE en Cataluña, Enric Sopena, denunció el pasado día 1 que le habían instalado un micrófono en el teléfono de su despacho de Sant Cugat.

La policía no descarta que el robo del automóvil particular del fiscal Xavier Balaguer, del Juzgado de Instrucción número 26 de Barcelona, el que instruyó el caso Planasdemunt o de los pagarés falsos, tenga algo que ver con esta trama. Balaguer llevaba consigo habitualmente un ordenador portátil con datos del sumario que se estaba instruyendo y que se había decretado secreto. Los autores del robo podrían ir detrás de ese material. El ordenador, sin embargo, no estaba en el coche.

Durán Lleida recibió un aviso a mediados de enero de una alta personalidad política, quien le comunicó que había sido alertado por terceras personas de que tuviera cuidado con sus teléfonos. El presidente del Comité de Gobierno de Unió ya había recibido otro aviso similar a mediados de diciembre procedente de un ex dirigente de su partido.

El rastreo que en diciembre efectuó en el domicilio de Durán la empresa de seguridad privada contratada por Unió, Chek & In, SA -propiedad de las esposas de dos ex policías Francisco Álvarez y Jesús Gutierrez Argüelles, en la que ambos trabajan y que está especialmente preparada tecnológicamente para rastrear líneas intervenidas- no dio ningún resultado. En un nuevo rastreo llevado a cabo tras el segundo de los avisos citados se encontró una derivación que conduce al Palacio de Pedralbes, pero los investigadores privados aún no han podido verificar qué hay al final del cable. Durán no ha presentado denuncia por estos hechos.

Falso empleado

A mediados de noviembre pasado los dirigentes de Iniciativa per Catalunya (IC) presentaron una denuncia ante la Policía porque habían recibido amenazas -personalmente, por teléfono y por fax (desde una terminal pública)- y porque tenían motivos para creer que sus líneas estaban intervenidas. La policía verificó que el cable correspondiente al teléfono directo del presidente de IC, Rafael Ribó, había sido manipulado en el tejado de la sede del partido, en la calle de Ciutat. Aparentemente se había hecho un puente para conectar la línea con un transmisor situado en la misma calle de Ciutat.Los dirigentes de IC habían sido alertados por terceras personas de que se andaran con cuidado con sus conversaciones telefónicas. A mediados de noviembre ocurrió un incidente que les convenció de la necesidad de presentar una denuncia. A primeras horas de la mañana se presentó en la sede un individuo vestido con un mono de trabajo arguyendo que debía llevar a cabo una reparación en las líneas telefónicas. Requerido para ello por los empleados de IC, esa persona mostró un documento de identificación profesional pero no la preceptiva orden de trabajo, por lo que se le negó el acceso. Posteriormente, los dirigentes de IC comprobaron en Telefónica que no había ninguna orden de trabajo que les afectara.

La manipulación en la línea del fiscal-jefe Jiménez Villarejo era semejante: se había realizado un puente a su línea en la parte exterior del inmueble en el que vive. Ni IC ni el fiscal-jefe quisieron comentar estos hechos por respeto a la necesaria discreción de la investigación policial.

Este espionaje coincide en el tiempo, por un lado, con la crisis en Convergència Democrática y en sus relaciones con sus coligados de Unió Democrática, y por otro con la propuesta de querella elevada a la Fiscalía General del Estado por la de Cataluña en torno a los avales concedidos por la Generalitat a empresas, y con la actuación de Iniciativa sobre los avales y préstamos concedidos por el Instituto Catalán de Finanzas.

Esta información ha sido elaborada por Blanca Cia, Carles Pastor y Ángels Piñol.