Gutiérrez rectifica y se une a Redondo en el rechazo a una reforma global del mercado de trabajo

Los sindicatos han limado sus diferencias ante el futuro diálogo social y la oferta del Gobierno de negociar un reforma global y profunda del mercado de trabajo. La postura común se ha logrado una vez que el líder de CC OO, Antonio Gutiérrez, ha rectificado su aceptación inicial y se ha unido al líder de UGT, Nicolás Redondo, en rechazar una negociación global. Los dos piden ahora que el Gobierno precise cuál de las distintas ofertas es válida: la del vicepresidente, la del ministro de Economía o la del titular de Trabajo.

La prioridad para los sindicatos es que el Ejecutivo, antes de abordar otras reformas, aplique con urgencia los compromisos pendientes desde hace meses (ver cuadro), un temario con varios puntos coincidentes con los incluidos en la reforma global que propone el ministro de Trabajo. Y adelantan que, en ningún caso, van a admitir un toma y daca; es decir, no firmarán racionalizar la contratación temporal a cambio de facilitar el despido.Redondo es quien ayer subrayó que no hay una oferta seria, sino propuestas distintas de diferentes miembros del Gobierno y del partido socialista. El líder ugetista las resumió así: "Solchaga quiere despido libre ahora; Martínez Noval, como es más progresista, deja el despido para después de las elecciones; Fernández Marugán quiere llevarlo al programa electoral; y el vicepresidente habla de un pacto para salir de la crisis como si hasta ahora estuviera en la oposición y acabara de llegar al Gobierno".

Antonio Gutiérrez puso ayer mucho interés en hacer "una clarificación, que no rectificación" respecto a sus declaraciones de la semana pasada, consistente en matizar que el debate sobre el mercado de trabajo está distorsionado. Volvió a repetir que él no tiene miedo a ningún debate, porque cree contar con argumentos de sobra para ver qué reforma se aborda, pero a continuación precisó que "hay que resituar las cosas, dejar que pase tiempo y olvidar las prisas que algún ministro tiene", en clara alusión al titular de Economía.

En la conferencia de prensa conjunta que ayer celebraron los dos líderes sindicales, Gutiérrez dijo que la negociación sobre el mercado de trabajo "no puede ser un toma y daca" ' y añadió que si se pone en práctica la flexibilización del despido, no perderán "ni un minuto en responder con contundencia a las prisas de algún ministro", lo que en otras palabras significa que pueden convocar una huelga general.

Moderación salarial

Los dos sindicatos hicieron ayer pública su estrategia ante la próxima negociación colectiva, donde aparece como punto 4º lograr "mejoras moderadas del poder adquisitivo". Por de lante de ese objetivo hay tres prioridades en los convenios: defensa del empleo y su estabilidad; nuevos marcos laborales para sustituir las ordenanzas laborales, y derecho a la formación continua de los trabajadores con planes en las empresas. Para impulsar la sustitución de las viejas ordenanzas laborales volverán a emplazar a las patronales sectoriales a negociar convenios estatales y pedirán al Gobierno que inste a la negociación y medie en los casos de bloqueo.[Nicolás Sartorius, portavoz de Izquierda Unida, declaró ayer que le parece "sorprendente" que el Grupo Popular y el socialista se hayan puesto de acuerdo para posponer el debate sobre la Ley de Huelga, informa Camilo Valdecantos. El proyecto, consensuado con los sindicatos, se debatirá en el pleno del Congreso el próximo día 18 y no la semana que viene como estaba previsto. Josep Beviá, portavoz adjunto del Grupo Socialista, aseguró que era el Grupo Popular quien había pedido este aplazamiento.]