Los municipios vascos tienen múltiples fallos contables y abusan del contrato 'a dedo'
Los ayuntamientos vascos no logran el aprobado tras la fiscalización de su gestión hecha por el Tribunal Vasco de Cuentas. Su presidente, Juan Luis Laskurain, llegó a afirmar ayer que, entre los consistorios de Euskadi, "la excepción es el ayuntamiento limpio de cualquier deficiencia" y la regla, todo lo contrario. Laskurain ha constatado en las corporaciones locales un uso "excesivo" de la contratación directa, en contra de lo recomendado por la ley.El presidente del tribunal evitó relacionar esta práctica con el aumento de los casos de corrupción en los entes locales, pero admitió que entre la población crece la sensación generalizada de chapuza en la gestión pública.
En descargo de la Administración local, Laskurain -quien presentó su informe sobre la gestión de los ayuntamientos vascos en 1990- recordó que en la última década los consistorios han incrementado su ámbito de gestión. Ello ha forzado un crecimiento desmesurado del endeudamiento de las corporaciones locales vascas, que en 1990 ascendía a 96.300 millones de pesetas, ya que las diputaciones se niegan a invertir el reparto del pastel presupuestario y su gestión. Los ingresos líquidos de los 245 ayuntamientos vascos son de 193 000 millones.
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