El Papa pide a la Rota rigor en las anulaciones matrimoniales

El Papa Juan Pablo II previno ayer a los funcionarios y abogados del Tribunal de la Rota Romana, el órgano eclesiástico que dictamina la nulidad de los matrimonios, contra "el intento de una no bien precisada humanización de la ley canónica" y les pidió que se mantegan fieles "a las exigencias de seriedad y profundidad" jurídica que requiere su trabajo.

"Doblegar la ley canónica al capricho o a la inventiva interpretativa, en nombre de un principio humanitario ambiguo e indefinido, significaría mortificar, antes que la, norma, la propia dignidad del hombre", dijo el Pontífice a los miembros del tribunal de la Rota, reunidos ayer en el Vaticano con motivo de la inauguración del año judicial eclesiástico.

Cuatro causas

El papa Juan Pablo II se refirió especialmente al rigor que debe prevalecer en la valoración de cuatro causas canónicas que actualmente se aducen con frecuencia en los procesos de anulación: la simulación del consenso matrimonial, que, dijo, debe ser el resultado concreto de un actus positivus voluntatis; el error acerca de la naturaleza sacramental o las características del matrimonio canónico, que, señaló debe ser lo suficientemente fundamental como para poner en cuestión la asunción voluntaria del vínculo realmente contraído; el error in persona, que, afirmó, debe ser literalmente tal, sin recurso a interpretaciones metafóricas; y el error in qualitate personae, que, dijo, debe versar necesariamente, no sobre un detalle "frívolo o banal", sino sobre una cualidad esencial de uno de los contrayentes. "Es preciso conocer correctamente la normativa de la Iglesia, aunque sin olvidar, a la luz de una correcta antropología cristiana, la realidad del hombre a la que aquella va destinada", insistió el Papa.