La oposición continúa
Quienes no están de acuerdo con el éxito de la experiencia y niegan la veracidad de estas cifras son los vecinos del valle de Aranguren, afectados por la ubicación del centro y del vertedero controlado y que desde 1988 se oponen a él.José Antonio Villamayor, alcalde del Ayuntamiento del valle, afirma que se está "enterrando" el 94% de la basura que llega al centro de tratamiento, "ya que, según los datos oficiales del propio Gobierno de Navarra, lo reciclado no llega al 5,7%". Villamayor subraya que la Mancomunidad de Pamplona "se gasta millones en sus campañas de imagen mientras mantiene planteamientos erróneos de recogida selectiva que obedecen a una falta de verdadero interés en el reciclaje".
El alcalde exhibe un informe oficial en el que se constata que "el grado de recuperación absoluta [material recuperado sobre el total de basura recogida] es del 5,7% referida a la recogida selectiva con contenedores, o del 8,8% si se computan las recogidas especiales de papel en colegios, vidrio en iglús de calle y bares".
Villamayor añade: "No se tiene en cuenta la materia orgánica para compostaje, que es tratada como basura y no como materia prima. Los lixiviados del vertedero son un peligro que circula bajo nuestros pueblos a través de la red de colectores general, hasta la planta depuradora de Arazuri, al otro lado de Pamplona, por la posible acumulación de gases. Se incumple la licencia municipal de apertura del centro de Góngora porque", agrega, "como comprobamos en una revisión el cuatro de diciembre pasado, se están arrojando pilas sin control y sospechamos que se introducen residuos hospitalarios infecciosos y radiactivos".
El alcalde asegura que su objetivo ahora es "que se cumpla la ley, que los lixiviados se traten en una planta depuradora en origen o se conduzcan por colectores independientes". Los vecinos se quejan de olores que llegan al cercano pueblo de Labiano, de ruidos nocturnos producidos por la maquinaria y de la contaminación de las aguas.
