El alcalde prohíbe aparcar en 20 kilómetros de calles por la 'alerta atmosférica'

La reconocida cautela del alcalde, José María Alvarez del Manzano, a la hora de tomar una decisión se convirtió ayer en una firme determinación, aunque también cautelar: para evitar males mayores. El jefe del departamento municipal de Contaminación Atmosférica, Joaquín Fernández Castro, casi levantó ayer de la cama a su concejal de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, para comunicarle una mala noticia que luego se atemperó. Los índices de partículas en suspensión y de dióxido de azufre de las primeras horas del lunes fueron superiores incluso a los del viernes, que es normalmente, por acumulación, el peor día de la semana.El alcalde reaccionó de inmediato y decretó un bando en el que declara la "alerta atmosférica preventiva, pero no de emergencia". Álvarez del Manzano matizó que la contaminación no es alarmante, sobre todo desde el punto de vista sanitario, y pidió la colaboración ciudadana: "Éste es un buen momento para utilizar el transporte público, y especialmente el subterráneo".

Los trabajadores del Metro precisamente, celebrarán hoy una asamblea para decidir si se suman a la huelga durante ocho días de febrero en este servicio.

El bando

El bando del alcalde establece un primer bloque de actuaciones correctoras: intensificar al máximo la vigilancia de los aparcamientos prohibidos que provocan obstrucción de tráfico; inmovilizar los vehículos con emisiones abusivas de humos, tomando las medidas necesarias para impedir su circulación hasta que sean reparados; limitar la carga y descarga, prohibiendo su inicio antes de las nueve de la mañana; prohibir el aparcamiento, excepto para carga y descarga, en las vías preferentes; reducir el uso de calefacciones de carbón y obligar a utilizar fuelóleo tipo BIA a las empresas autorizadas a consumir ese combustible.

La prohibición de aparcar en vías preferentes (VP) durante todo el día no admite más excepción que la carga y descarga (sólo desde las nueve de la mañana), y por tanto, afecta también a los residentes. Las vías señaladas son las de Velázquez entre María de Molina y Alcalá; Serrano entre María de Molina y Goya; Alberto Aguilera; el eje de la Castellana desde Cuzco hasta la glorieta de Atocha; Goya hasta su cruce con Alcalá; Cea Bermúdez; José Abascal y la Avenida de América hasta Cartagena. Estas calles suman un total de 20 kilómetros (40 kilómetros de aceras), pero sólo 13 (por tanto, 26 de aceras) en los que se permitía hasta ahora estacionar.

El número de coches que deberán buscarse la vida para deternerse en calles cercanas a las vías preferentes o aparcamientos se acerca a 7.500, una cifra muy similar a las 7.000 comunidades de vecinos que actualmente utilizan calefacciones de carbón y que no podrán encenderlas ni antes de las doce de la mañana ni después de las seis de la tarde.

El tráfico, al ganarse ese espacio habitualmente reservado para aparcar, deberá mejorar, especialmente para las 66 líneas de la Empresa Municipal de Transportes (EMT). La intensidad media diaria de vehículos en esos seis recorridos se calcula en 65.000, pero en algunos puntos supera los 200.000.

El Ayuntamiento reforzará estos días, para asegurarse el cumplimiento de estas medidas, la plantilla de la Policía Municipal que se dedica a vigilar el tráfico. La policía se encargará, por tanto, de imponer las multas y de avisar a la grúa para retirar los vehículos mal estacionados. Recuperar un vehículo de los depósitos de la grúa cuesta, desde enero, 15.000 pesetas. Álvarez del Manzano precisó ayer, durante una conferencia de prensa, también convocada con urgencia, que los índices de contaminación pueden variar hacia mejor en los próximos días y, por tanto, ser levantadas las limitaciones ordenadas, pero también pueden, empeorar. En ese caso, se redactará un nuevo bando con restricciones "más severas", entre las que ya está prevista la prohibición de circular en coche por la ciudad.

El alcalde justificó también su bando con los últimos informes del Instituto Nacional de Meteorología: "Anticiclón con centro en el Cantábrico afectando a toda la Península. Estabilidad y vientos flojos o en calma. En Madrid, la inversión nocturna se extiende desde el suelo hasta los 600 metros de altura, con atmósfera estable por encima". La inversión térmica se produce por un enfriamiento nocturno y fuerte de las capas de la atmósfera más bajas y una temperatura mayor a cierta altura.

Las predicciones meteorológicas no son alagüeñas: "Para hoy en Madrid, vientos flojos o en calma. El espesor máximo de la capa de mezcla será de 300 metros. Muy poca ventilación. La situación continuará con las mismas características durante los próximos tres días al menos, aunque para mañana [por hoy] por la mañana se esperan vientos flojos o moderados del Norte que aumentarán la ventilación". Esta predicción fue la que recibió Joaquín Fernández del jefe del servicio de meteorología medioambiental, Javier Mantero.

Los técnicos municipales de Contaminación Atmosférica, a la vista de estos datos, propusieron al alcalde la declaración de alerta, y éste reconoció que tuvo que rebajar las pretensiones de sus especialistas, que eran más drásticas. Fernández Castro, el responsable del departamento, negó, sin embargo, esta versión.