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Pisotear la ley sale gratis

El Ayuntamiento no tiene medios eficaces para luchar contra los infractores

Juan Antonio Carbajo

Cualquier política de tráfico y transporte está condenada al fracaso con el actual nivel de indisciplina vial. "Ésa es la asignatura pendiente del Ayuntamiento", se sincera Sebastián de la Rica, responsable de Circulación. Las multas no se pagan, la Operación de Regulación del Aparcamiento (ORA) es sistemáticamente olvidada y la picaresca se ha apoderado de los aparcamientos para residentes. "Tampoco ayuda la Ley de Seguridad Vial, que considera falta leve aparcar en el carril-bus", explica De la Rica. El conductor pisotea la ley con la tranquilidad de que infringir sale gratis.

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Las multas que se pagan no llegan ni al 5%, según el informe de tráfico en el centro encargado por la oficina que elabora el nuevo Plan General. Hay propietarios de plazas en aparcamientos de residentes (PAR) que alquilan bajo cuerda su espacio a trabajadores de la zona, por lo que "el PAR se convierte en uno de rotación y pierde su sentido inicial", dice el informe. Que la ORA ha fracasado, no es un secreto. El documento advierte, además, "que el descenso, a partir de 1985, de la venta de boletos de la ORA viene acompañado de un crecimiento significativo del número de multas impagadas". "Además, ni ha mejorado la velocidad en el centro ni se ha utilizado más el transporte público por esta medida [la ORA]".Las reglas del juego sólo están para incumplirse. "Y no resulta efectivo atacar una zona con 50 grúas y 500 policías, porque ni ese despliegue se puede mantener todos los días ni los ciudadanos estarían dispuestos a pagarlo con sus impuestos", explica De la Rica. Al técnico municipal le convence más el sistema alemán o el americano, donde el ciudadano que no paga las multas acaba delante de un juez. "En los países donde intervienen los juzgados hay disciplina, pero habría que ver si la justicia española tiene capacidad para asumir esto".

De la Rica cree que la Ley de Seguridad Vial se olvidó de castigar con más dureza las infracciones que afectan a la organización del tráfico. "Aparcar en el carril-bus es falta leve porque no afecta a la seguridad, pero la ley se olvida del perjuicio que se hace a las personas que viajan en el autobús".

Centro indefinido

Recuperar la disciplina es uno de las recomendaciones que se hace en el informe municipal. Sin ella, no tiene sentido cualquier medida. No obstante, el documento considera que gran parte del caos que sufre el tráfico lo propicia la indefinición de usos del centro: las zonas de ocio chocan con las calles residenciales y los comercios con las zonas marginales. Y las oficinas se apoderan de mayor espacio.

El informe sugiere varias medidas para atajar los problemas de circulación, todas ellas pendientes de elegir un modelo de, centro. "Así, la preferencia al residente es incompatible con la tolerancia indiscriminada al que estaciona en la zona durante su jornada de trabajo". Tampoco encajan los aparcamientos de larga duración del vecino o del trabajador con los que requiere el comercio para sus clientes. Por último, "las actividades nocturnas, que atraen gente itinerante en largos horarios, son incompatibles con el uso residencial".

La deficiente redistribución espacial de estas actividades es, para los redactores del estudio, la causa de la congestión. La primera medida, pues, debería ser la elección de un modelo de centro que permita aplicar soluciones.

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