Media hora de retraso en el autobús
Los efectos de las infracciones de aparcamiento en la vida de la ciudad son devastadores, según el estudio municipal sobre tráfico y transporte en el centro de Madrid. A juicio de sus redactores, la ilegalidad "disminuye la calidad urbana, causa accidentes, genera graves problemas de acceso, ocasiona elevados gastos en vigilancia (cuando ésta se lleva a cabo), invade espacios y agrava los desplazamientos de las personas con movilidad reducida". Son algunas de las consecuencias de la conducta de unos 19.000 urbanicidas que dejan el coche arbitrariamente.El informe incluye un análisis del funcionamiento, entre siete y diez de la mañana, de tres líneas de autobuses que atraviesan el centro. Según sus conclusiones, la mitad de los trayectos sufre una demora de entre 15 y 30 minutos, y el resto padece retrasos entre 8 y 15 minutos.
"El transporte en superficie se ve influido por la indisciplina que se concentra en el viario por donde circula", explica el documento. "La reducción de la capacidad de la vía se traduce en un aumento de los tiempos del viaje. Además, gran parte de las infracciones se producen en las horas de mayor congestión, lo que tiene un efecto multiplicador".
La conclusión del informe es que a causa de la indisciplina las líneas de autobuses más afectadas necesitan incrementar su flota para mantener el servicio. "Si se aumentara el control de los puntos conflictivos, subiría la velocidad y se podría reducir la flota. A medio plazo, eso significaría menores costes en inversión y mantenimiento".
El metro, anticuado
El metro, que no sufre la tiranía de los urbanicidas, tampoco funciona a pleno rendimiento, deduce el informe. Por el centro pasan cinco líneas, con 17 estaciones que se han quedado anticuadas. Sus principales deficiencias son:
- Accesos insuficientes en las horas punta.
- Pasillos peligrosos, estrechos y con recodos que crean problemas de seguridad.
- Mal funcionamiento de los aparatos mecánicos y deficiente mantenimiento en general.
- Aspecto no muy positivo de tiendas y pequeños comercios en los pasillos.
- Malos olores, deficiente ventilación, aparición de "elementos marginales" y falta de iluminación.
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