Por 120.000 pesetas se puede elegir ya en el Reino Unido el sexo de un bebé
Elegir el sexo del bebé cuesta 650 fibras (unas 120.000 pesetas) en el Reino Unido. La apertura en Londres de¡ primer centro privado dedicado a la selección de¡ sexo del embrión ha despertado una considerable preocupación entre los médicos británicos, que exigen una inmediata regulación profesional y legal de estas técnicas. No existe en estos momentos ninguna normativa, por lo que un sector de los médicos y algunos diputados consideran que la nueva clínica abre camino al encargo de "bebés de diseño".
Los dos profesionales al frente del centro, Alan Rose y Peter Liu, especialistas en bioquímica y patología química, se defendieron ayer de las críticas esgrimiendo su propio código ético. Sus clientes deben ajustarse a las normas establecidas en dicho código, según el cual sólo son susceptibles de tratamiento las parejas que ya tengan al menos un hijo y deseen un bebé de sexo distinto al primero. Los clientes deben comprometerse asimismo a no recurrir al aborto en caso de que el tratamiento falle y se repita el sexo.El doctor Liu admitió, sin embargo, que no podían asegurarse de que sus clientes cumplieran el compromiso de no abortar, y que la falta de regulación podía ser explotada por otros médicos con menos. escrúpulos. Uno de los grandes temores de la Autoridad sobre Embriología y Fertilización Humana (un organismo parlamentario para el control de la ingeniería genética sobre seres humanos) es que la técnica sea utilizada por minorías étnicas que, por motivos religiosos o sociales, muestran gran preferencia por los hijos de un determinado sexo. La diputada conservadora Ann Winterton manifestó su convicción de que "la selección de sexo dará lugar a abusos. Existen, me temo,. ciertos sectores étnicos en nuestra comunidad que prefieren tener varones".
La Autoridad sobre Embriología y Fertilización Humana (AEFH) no puede regular clínicas como la de los doctores Rose y Liu a causa de un resquicio en sus estatutos: su ámbito de actuación se limita a centros donde se almacene esperma. El nuevo centro, llamado Clínica de Género de Londres, no almacena. Utiliza un procedimiento relativamente sencillo de filtraje del semen, cuya duración no excede las cuatro horas.
Altos resultados
Cuando la mujer está próxima a la ovulación, la pareja acude al centro y el hombre proporciona una muestra de su esperma. Los doctores separan los espermatozoides con cromosomas masculinos de los femeninos, y utilizan los que corresponda a cada caso en una inseminación artificial. Rose y Liu aseguran que la técnica es efectiva en un 70% de los casos, pero otros especialistas rebajan las posibilidades de éxito al 60% en el caso del sexo femenino.Robert Winston, uno dé los pioneros en el uso de estas técnicas en el Reino Unido, declaró al diario londinense Daily Mail que "los procedimientos más sencillos para la selección de sexo están al alcance de casi cualquier médico, y no hay vuelta atrás. Hace falta una regulación eficaz para evitar que profesionales sin escrúpulos se aprovechen económicamente en el futuro, de parejas desesperadas por tener descendencia masculina o femenina".
Un portavoz del Ministerio de Sanidad anunció que los riesgos éticos de esta técnica serían "estudiados en profundidad". El doctor Liu reconoció ayer que su clínica estaba en los límites de la ética profesional.
Un portavoz del Consejo General de Médicos declaró a Daily Mail que la selección de sexo "vulnera la ética profesional", porque, en los casos de error, muchos de los padres optarían por el aborto. "Sólo podemos ver un caso concreto que justifique el uso de estas técnicas: cuando evite la transmisión de enfermedades hereditarias como la hemofilia", dijo el mismo portavoz. Éste es el único caso que contempla la normativa existente en España, sobre elección de sexo. En los últimos días una pareja ha tenido dos mellizas por este procedimiento, dado que la madre era hemofílica.
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