Hitler en el paseo del Prado

Soy una escritora de guiones de televisión de Los Ángeles, California. Durante los últimos 10 años, mi marido y yo hemos disfrutado mucho durante nuestras estancias en España. La gente es cálida y el país, precioso. Sin embargo, he visto algo que me ha molestado mucho: pintadas antisemitas en calles de ciudades relacionadas históricamente con los judíos, como Toledo.Esto ha tenido su culminación el 12 de diciembre, cuando mi marido y yo fuimos a comprar una camiseta en una tienda para turistas del paseo del Prado de Madrid, una de sus calles más importantes. En la vitrina principal de la tienda había una imagen de Adolfo Hitler. Cuando le pregunté la razón al dueño de la tienda, él se encogió de hombros y me dijo que no me lo tomara como una ofensa personal. "No es una cuestión política", añadió, "mucha gente las colecciona".

Como judía, como estadounidense y como miembro de la raza humana, encuentro que esa exhibición de Hitler es horrible, ofensiva y descorazonadora.

Todos sabemos que el antisemitismo no es patrimonio de España y que existe en todas partes, incluido Estados Unidos, pero en mi país hay muchas organizaciones que protestan por tales cosas y llevan a cabo acciones legales para luchar contra tal fanatismo. Por otra parte, su país no parece contar con una presencia significativa de judíos y, sin embargo, parece sufrir de una falta de sensibilidad por ese tema. Deseo estar equivocada, pero si escribo esta carta es para dar a conocer lo sucedido y que se reflexione sobre ello-