Solana dice que España participará en la acción militar

El ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, afirmó ayer en la capital francesa que "España, lógicamente, desempeñará algún papel" en una eventual acción militar contra Serbia y sus milicias aliadas en Bosnia si fracasa la conferencia de Ginebra para instaurar la paz en esa ex república yugoslava.El jefe de la diplomacia española no precisó de que índole sería la participación española, pero otras fuentes diplomáticas indican que será casi exclusiva mente de apoyo logístico a la fuerza aérea de EE UU, el país sobre el que recaerá el grueso de la intervención.

El general Luis Martínez Coll, la máxima autoridad militar española en la antigua Yugoslavia, será, por otra parte relevado en los próximos días a petición propia y por razones personales. Su sustituto será el general de brigada de Artillería Delimiro Prado Navarro.

Jefe de operaciones del Estado Mayor, Martínez Coll, de 56 años, era el número dos de las fuerzas de la ONU desplegadas en Bosnia (Unprofor II) que manda el general francés Philippe Morillon.

El ministro vaticinó después que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptará, probablemente la semana próxima, una resolución que autorice el uso de la fuerza contra los aviones serbios que violen el espacio aéreo bosnio. Cuatro lo hicieron el pasado fin de semana, según denunció ayer la ONU.

En el séquito ministerial español se prevé que, si Rusia lo permite, el máximo órgano de la ONU podría ir más allá y aprobar ataques contra baterías artilleras serbias e incluso despejar las rutas a través de las cuales se hace llegar la ayuda humanitaria.

Si estas acciones acarrean represalias serbias contra las tropas de la ONU, España, reconoció Solana, "también tiene planes para la retirada de sus cascos azules de Bosnia". En todo caso el Gobierno español actuará bajo la autoridad del Consejo de Seguridad y de forma coordinada con los demás países integrados en Unprofor II (Francia, Canadá, Reino Unido etcétera).

Más que una retirada la Agrupación Málaga, integrada fundamentalmente por legionarios, llevaría a cabo un repliegue de su campamento de Jablanica (Bosnia), considerado como indefendible, hasta Split en la costa croata. En la práctica se acabarían las misiones de escolta de convoys de ayuda humanitaria y de prisioneros que efectúan los cascos azules.

Sólo si el parlamento de la autoproclamada República Serbia de Bosnia diese la semana próxima su luz verde al plan de los presidentes de la conferencia de paz, Cyrus Vance y David Owen, se podría evitar la operación militar occidental de castigo contra Serbia y sus aliados.

"No existen garantías" de que la respuesta de esa asamblea sea positiva, advirtió Solana. "La comunidad internacional", concluyó el ministro, "está preparada para adoptar medidas de otro tipo si al final no hay acuerdo".