José Alejandro Palma,
un joven chileno de 23 años, ha reclamado legalmente la propiedad del sistema solar y de toda la Vía Láctea, con el único fin, dijo, de proteger el equilibrio ecológico del cosmos, amenazado por la carrera espacial. El registro de esta propiedad, ante notario, le costó a este joven un total de 1.000 pesos (unas 2.300 pesetas), una cantidad que a muchos les ha parecido irrisoria teniendo en cuenta la extensión de su nueva propiedad. El joven, que negó ser "volado o bueno para el copete" (como se conoce en Chile a los drogadictos o alcohólicos), no quiso ser propietario de la Tierra por "razones obvias", que no explicó.Al registro de la Luna llegó, sin embargo, tarde. Un compatriota suyo se le adelantó hace 30 años. Legalmente no existe ningún tipo de impedimento para este tipo de registros en Chile. El nuevo propietario del cosmos está convencido de que con este registro notarial en su poder los investigadores espaciales de Estados Unidos, Japón o la ex URSS deberían pedirle, "a partir de ahora, autorización para realizar sus experimentos" y responder ante él de los "daños que ocasionen". Y espera ya peticiones.-
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