Los olivareros españoles rechazan la mezcla de aceite de oliva con semilla

Agricultores olivareros, a través de la Confederación de Cooperativas Agrarias que aglutinan a casi 200.000 cultivadores y parte de la industria del sector, han manifestado su oposición a la posibilidad de venta en el mercado español de aceite de semillas mezclado con aceite de oliva, tal como sucede ya en algunos países de la Comunidad Europea. Ante la entrada en vigor del mercado único, existe el temor, principalmente entre los olivareros, de que se pueda presentar en el mercado un tipo de aceite mezclado a un precio sensiblemente inferior que suponga un golpe para las ventas de aceite de oliva y la ruina indirecta para el sector.La normativa actual en el marco general comunitario, así como en España, permite la mezcla de aceites de diferentes semillas. En relación con el aceite de oliva, la normativa no está, sin embargo, clara. La Comunidad Europea es permisiva. En España se prohíbe la mezcla de aceites de semillas con el de aceite de oliva, mientras que en algunos países de la CE, en la actualidad, se venden aceites de semilla mezclados con oliva a un precio bajo. A partir del primero de enero existen interrogantes, no respondidos por la Administración, sobre la posibilidad de que ese aceite, aunque no se pueda elaborar en el país, se venda en España.

Según Juan Rubio, presidente de Aceites Toledo, primera firma en el sector con capital íntegramente nacional, no tendría sentido que "todo el esfuerzo hecho en los años precedentes para defender el aceite de oliva en España se pueda venir abajo ahora si se permite la mezcla". Para el responsable de esta empresa, es preciso defender el aceite de oliva como un producto nacional de primera calidad frente a otras políticas de mezclas, que pueden ser de interés especialmente para grandes multinacionales que operan con todo tipo de grasas.

Responsables de la Confederación de Cooperativas Agrarias afirman que la venta de aceite de oliva mezclado con aceites de semillas podría suponer un duro golpe a las ventas de oliva e, indirectamente, un atentado contra los intereses de los cultivadores nacionales, con graves efectos en la economía de zonas como Andalucía. Por estas razones, el sector se opone a que, con el mercado único, se pueda comercializar en España aceite de oliva mezclado con semillas.