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Justicia instala literas en la unica cárcel de Madrid que no sufría hacinamiento

La cárcel de jóvenes de Alcalá Meco es una de las pocas prisiones de España sin hacinamiento. Casi todos sus reclusos (unos 400, mitad hombres y mitad mujeres) podían convivir hasta ahora en celdas individuales. Por la prisión han desfilado comisiones extranjeras interesadas en trasladar a sus países un modelo e permite a internos de ambos sexos compartir en cautiverio actividades educativas, pasear por el jardín e incluso, en verano, bañarse ¡untos en sus dos Discinas. Sin embargo. el encantamiento ha llegado a su fin. Asuntos Penitenciarios ha instalado 100 literas para aumentar la capacidad de sus celdas. Su objetivo: permitir la vuelta a Madrid de presos que cumplen condena fuera de la región por falta de plazas.

Sus 380 plazas acogen ahora, sin agobios, a una población cercana a los 400 presos, casi todos menores de 25 años. Sin embargo, su capacidad -ahora adecijada- se tambaleará cuando ingresen en ella sus 100 nuevos moradores: 50 hombres y 50 mujeres. 'La experiencia se va a ir al traste", sostiene Juan Ramón López, presidente nacional de la Agrupación Cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias (ACAIP).En Asuntos Penitenciarios se Piensa que no hay mal que por bien no venga. Un portavoz de este organismo, dependiente del Ministerio de Justicia, revela que la reforma tiene un doble objetivo: por un lado, facilitar que jóvenes madrileños que cumplen sus penas fuera de Madrid por falta de plazas puedan volver; y, por otro, ejecutar nuevos programas educativos. Según Asuntos Penitenciarios, ha sido la Comunidad de Madrid la que le "ha requerido" para que, con ese fin, ampliara las plazas de esta cárcel, inaugurada, como prisión experimental, en 1984.

2.000 reclusos

José Ramón López, presidente nacional de ACAIP, no entiende bien "qué tiene que ver la Comunidad de Madrid en el sistema carcelario". Ni tampoco que, bajo el pretexto de que vuelvan a Madrid "sólo 100 presos", se instalen literas en un centro catalogado como modélico.

Según sus datos, son unos 2.000 los presos madrileños que hay fuera de la región. "Con esta medida, se va a incrementar en un 30% la tasa de hacinamiento de- este centro", dice. Asuntos Penitenciarios reconoce que la población reclusa española crece a un ritmo superior al que se hacen las nuevas prisiones. Un portavoz de este organismo afirma que el verdadero ensayo experimental de convivencia entre internos de ambos sexos tiene como escenario la prisión de Picassent, en Valencia.

ACAIP precisa más que Asuntos Penitenciarios respecto al aumento de presos. "El hacinamiento medio de las cárceles españolas se sitúa en torno al 155% de su capacidad", destaca López.

Madrid es, pese a todo, una de las regiones de España más favorecidas por el proyecto de construcción de nuevas cárceles: el pasado 15 de diciembre se inauguró la de Navalcarnero; a primeros de febrero funcionará la de Valdemoro, y las obras de la de Soto del Real, ya están en marcha. Las tres, sin embargo, tendrán literas.

El Ministro de Justicia, Tomás de la Quadra, lo avanzó hace unas semanas: mientras no se construyan todas las cárceles previstas en España, habrá literas. Desde Asuntos Penitenciarios se resta importancia a la introducción de esas camas. "Muchos presos piden compartir celda con un compañero".

Por otra parte, un grupo de internos de la prisión de Carabanchel ha pedido a la dirección que destine a Somalia el gasto extra que el centro suele invertir todos los años en la cena de fin de año que se ofrece a los reclusos, según informó el citado portavoz de Asuntos Penitenciarios.

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