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Ucrania pide 170.000 millones de pesetas para desnuclearizarse

Pilar Bonet

La factura que el Gobierno, de Kiev presenta a EE UU, Rusia y los países con capacidad militar atómica a cambio de convertirse en una potencia desnuclearizada es de 1.500 millones de dólares (unos 170.000 millones de pesetas) como mínimo, según manifestó ayer en Moscú un alto funcionario de Ucrania.Los 175 millones de dólares ofrecidos por Washington se quedan muy por debajo de los costes reales del proceso, explicó Konstantin Grishchenko, jefe de la Dirección de Desarme Nuclear del ministerio de Exteriores de Ucrania, quien reiteró la voluntad de su país de desmantelar todas las cabezas nucleares de su territorio.

Kiev, sin embargo, no tiene intención de apresurarse para cumplir las obligaciones que se derivan del tratado START, firmado por representantes de la URSS y EE UU en 1991. Este compromiso cubre la liquidación de los 176 misiles estratégicos soviéticos emplazados en territorio ucranio en un período de tiempo que se extiende hasta 1998.

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Los dirigentes ucranios se han comprometido a cumplir las disposiciones del START 1 (Ucrania no tiene papel en el START II), pero el Parlamento de Kiev no ha ratificado todavía el documento y parece dispuesto a aumentar el precio de .su firma. Ucrania quiere además garantías de que ninguna potencia nuclear va a utilizar sus armas contra ella en caso de conflicto, afirmó Grislichenko. En el próximo futuro, Rusia y Ucrania comenzarán en Moscú conversaciones sobre desarme nuclear, según manifestó ayer el embajador de Kiev en la capital rusa, Vladímir Krizhanovski.

Ucrania atraviesa una difícil situación económica, según recordaron ayer los representantes de Kiev para explicar a los interesados en el desarme nuclear que "deben contribuir materialmente al mismo. El tratado START I será ratificado por Kiev, pero no se puede garantizar cuándo, dijo Krizha-novski, según el cual el Parlamento tiene otras tareas urgentes que resolver, debido a la crisis económica. La destrucción de las cabezas nucleares no es sólo un asunto de Ucrania, sino de todo el mundo, señaló Grishchenko, que defendió el "derecho moral" a recibir ayuda. Los gastos reales del desarme dependen, dijo, del concepto que se aplique y de si se contabilizan los gastos de recapacitación profesional del personal.

Ucrania asegura que los componentes de las cabezas nucleares que se desmantelen le pertenecen, de acuerdo con la lógica que impulsó a Rusia a quedarse con todas las instalaciones de la URSS en su territorio, señaló Grishchenko. Kiev no está interesado en la propiedad de las cabezas atómicas activas, pero sí en la propiedad de las cabezas nucleares tras ser desmanteladas, y pretende sacar partido del combustible nuclear para sus propias necesidades energéticas.

De los 176 misiles atómicos que se encuentran en territorio de Ucrania, 130 funcionan con combustible líquido preparado en Rusia y deben ser desmontados conjuntamente con este país, dijo recientemente el presidente ucranio, Leonid Kravchuk. Los 46 misiles estratégicos restantes funcionan a base de combustible sólido y fueron preparados en Ucrania.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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