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Una cadena humana formada por 6.000 personas pide en Vitoria la paz y la reconciliación

Vitoria se convirtió ayer en punto de encuentro para los pacifistas vascos. Alrededor de 6.000 personas participaron en una cadena humana que recorrió las principales calles de la zona peatonal de la capital en favor de la paz y la reconciliación entre los vascos. Durante el acto, organizado por cuatro grupos pacifistas de Euskadi, se vivió un momento emocionante cuando antiguos miembros de ETA y víctimas de la violencia se fundieron en un abrazo que pretendía reflejar la reconciliación social y personal.

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Una política de gestos

Abelino aprovechó para calarse la boina hasta las orejas para resguardase del frío mientras escuchaba las últimas recomendaciones de los grupos organizadores de la cadena -Pakea Orain, Asociación pro Derechos Humanos, Coordinadora Gesto por la Paz y Denon Artean- en la plaza de la Virgen Blanca. Entre banderas blancas y la música de Tubular Bells de fondo, Abelino prefirió esperar hasta el último momento para sacar sus arrugadas manos del pantalón y estrecharlas con las de dos pacifistas anónimos.

Había acudido a la cadena porque está harto de la violencia. Parco en palabras, pero contundente, afirmó: "Yo sencillamente le pediría a ETA que desaparezca. Sería una -buena noticia para todos, ¿no?" Junto a él, una veintena de scouts del grupo Zedenik de Vitoria, cuyo monitor, Oscar Ortíz de Zárate, apuntaba que "merece la pena inculcar a los chavales las ideas pacifistas, porque en un grupo scout lo que más queremos es la paz". Miles de personas, de todas las edades, secundaron el llamamiento bajo el lema "En la paz hay sitio para todos".

Los organizadores del acto, no obstante, reiteraron que la doble cadena humana que ayer recorrió el centro de Vitoria no era un acto contra ETA, sino en favor de la paz y la reconciliación personal y social. José María Zalbidegoitia, portavoz de Pakea Oraín, señaló que desde esta filosofía "la propia ociedad vasca es la que tiene que acoger en su seno a las personas que han estado implicadas en la violencia".

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Único bando

Zalbidegoitia evitó valorar la actitud de Elkarri, nuevo movimiento por la paz liderado por el ex portavoz de Lurraldea, Jonan Fernández, que reprobó el último atentado de ETA. Pero indirectamente se refirió a ellos al señalar que "no es un problema de mediadores ni de bandos, tal y como mantiene Elkarri, porque aquí no hay bandos. El único bando que hay es la violencia terrorista. El proceso que tiene que abrirse en 1993 es el de la reconciliación social. Es la propia sociedad vasca la que tiene la palabra y la que va a acoger en su seno a las personas afectadas por la violencia. Y eso es en definitiva la paz: convivir con unas reglas de juego y que los problemas que tengamos los vascos los solucionemos de forma pacífica y no a torta limpia como hasta ahora".

Esta reconciliación tuvo su primer acto ayer con el abrazo emocionado y la entrega de testigos de paz entre los antiguos miembros de ETA Teo Uriarte -condenado a muerte, y posteriormente indultado, en el juicio celebrado en Burgos en 1970 contra 16 activistas de ETA, ahora concejal del PSE-PSOE en Bilbao- y Fernando López Castillo -uno de los activistas que anunció la disolución de ETA Político-militar en Bayonay familiares de víctimas de la violencia como Cristina Cuesta y Abel Uceda, cuyos padres fueron asesinados por la banda terrorista

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