Dos obuses caen sobre la sede de la ONU en Sarajevo el día de Navidad

"Ha sido una manera muy elegante de desearnos una feliz Navidad". Con estas palabras respondió el general francés Philippe Morillon, máximo responsable de las tropas de la ONU en Bosnia, al ataque que sufrió el viernes el cuartel general de las Fuerzas de Protección de Naciones Unidas en la antigua Yugoslavia (Unprofor) en Sarajevo, donde cayeron dos obuses de mortero. "Está claro que el ataque iba dirigido contra mí", añadió Morillon. Se trata de la segunda agresión en dos días.Los proyectiles cayeron a dos metros de la entrada principal del edificio. Morillon dijo que los obuses provenían del interior de la ciudad, y más concretamente de una zona controlada por los bosmos.

Las autoridades bosnias han acordado permitir la evacuación de 1.500 civiles de la asediada Sarajevo, capital de Bosnia-Herzegovina. Se trata de 500 musulmanes, 500 croatas y 500 serbios. La propuesta de evacuación fue negociada por el copresidente de la conferencia de paz sobre Yugoslavia, David Owen.

En el ámbito de la guerra, las fuerzas croatas informan de que han cortado una importante ruta de suministros a las fuerzas militares serbias en el norte de Bosnia.

Mientras, sigue el debate en Occidente sobre la forma más idónea de imponer la zona de exclusión aérea en Bosnia a los aviones serbios. EE UU, Francia y el Reino Unido mantienen sus diferencias. Washington quiere que la resolución de la ONU sea lo bastante amplia como para permitir el ataque a los aeropuertos desde donde despeguen aviones serbios. Londres sugiere que se otorgue a las autoridades serbias un periodo de reflexión una vez que el Consejo de Seguridad vote la resolución a favor de la intervención militar, y París considera que sólo se debe atacar a los aviones serbios que participen en ataques militares.