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El Congreso de los Diputados de Rusia elige nuevo primer ministro al tecnócrata Víktor Chernomirdin

Pilar Bonet

El Congreso de los Diputados del Rusia, formado por 1.041 diputados, confírmó ayer a Viktor Chernomirdin, un tecnócrata de 54 años, como primer ministro después de que el presidente Borís Yeltsin le prefiriera a Yuri Skókov, el secretario del Consejo de Seguridad, y a Yegor Gaidar, el jefe del Gobierno en funciones, los otros dos candidatos que habían quedado mejor sitguados en una lista inicial de cinco nombres propuestos por el mismo Yeltsin. La elección de Chernomirdin, que registró 721 votos a favor, 172 en contra y 48 abstenciones, supondrá, según los analistas políticos, o bien serios correctivos en la política de reformas que emprendió Yegor Gaidar hace algo más de un año o bien un frenazo en la misma.

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Yegor Gaidar, responsable de la reforma económica desde hace un año y jefe del Gobierno en funciones desde junio pasado, anunció ayer que no va a quedarse en el Gobierno. "Por supuesto que no permaneceré en el Gobierno", declaró Gaidar después de que el Congreso de los Diputados -que concluyó ayer- ratificara a Víktor Chernomirelín como primer ministro."No quiero molestar a Chernomirdin", declaró en los pasillos del Congreso."Respeto a Chernomirdin, pero él ve de una manera un poco diferente las prioridades de las reformas. Por eso no tiene sentido permanecer en el Gabinete", explicó. Galdar dijo también: "Las reformas tienen una gran inercia, y las tranformaciones en gran medida se han convertido en vitales, por lo que pienso que es muy difícil dar marcha atrás". Sin embargo, no todos son tan optimistas en cuanto a la vocación reformista del nuevo primer ministro.

"No pediré a nadie que me siga. Todo lo contrario, pediré a los otros ministros del Gobierno que permanezcan en el Gabinete si pueden ser útiles a las reformas", concluyó Gaidar.

Ésta puede ser la actitud de la mayoría de los ministros que:Forman el equipo de este economista que llegó al poder de la mano de Guennadi Búrbulis y emprendió una polémica terapia de choque de corte monetarista en la economía rusa.

Varios miembros del Gabinete de Gaidar han repetido en distintas ocasiones en los últimos días que estaban dispuestos a retirarse si Gaidar no era elegido, pero medios bien informados aseguraban ayer que el estado de ánimo del Gobierno no era unánime y que unos ministros podrían quedarse mientras otros van a dimitir.

El presidente Yeltsin, que finalmente acabó cediendo a las presiones de la gran industria y del centro aglutinado en torno a la Unión Cívica, inició la tarde proponiendo al Congreso una lista de cinco candidatos, que simplificaba la veintena de nombres que habían sonado por la mañana entre las distintas fracciones parlamentarias.

Junto al jefe del Gobierno en funciones, Gaidar, de 34 años, figuraban dos de los seis primeros vicejefes de Gobierno (Chernomirdin y VIadímir Shumeiko), Yuri Skókov y Vladímir Kadánnikov, director de la fábrica de automóviles Avtovaz.

Entre los cinco candidatos iniciales, el que consiguió más votos fue Yuri Skókov (637 a favor, 254 en contra y 25 abstenciones, de un total de 916 emitidos). En segundo lugar quedó Chernomirdin, que consiguió 621 votos a favor, 280 en contra y 24 abstenciones, de un total de 925 votos emitidos.

Yegor Gaidar, que había sido rechazado la semana pasada por el Congreso de los Diputados, quedó en tercer lugar, con 400 votos a favor, 492 en contra y 46 abstenciones, de un total de 938 votos emitidos.

En cuarto lugar quedó Kadánnikov, con 399 votos a favor, y en quinto, Shumeiko, que consiguió 283 votos a favor.

En virtud de los acuerdos alcanzados entre Yeltsin y el Parlamento, el presidente tenía potestad para elegir primer ministro entre los tres más votados. El líder ruso descartó a Skókov, al que desea mantener al frente del Consejo de Seguridad, y a Gaidar, que ya fue rechazado por el Parlamento. Sólo le quedaba la opción de Chernomirdin.

Yeltsin, que se reunió ayer con los tres candidatos finales y también con los máximos dirigentes de las repúblicas, provincias y regiones autónomas rusas, todavía insistía en que él era personalmente partidario de Yegor Gaidar, señalando que la candidatura de éste podría haber sido "la más afortunada" y "la mejor variante" para mantener el rumbo actual.

Caída en desgracia

Tras la caída en desgracia de Guennadi Búrbulis, Yuri Skókov, de 54 años, parece destinado a convertirse en el nuevo hombre fuerte de confianza del presidente Borís Yeltsin. Skókov viene de la industria de defensa y había sido viceprimer ministro en el Gobierno ruso que dirigió Iván Siláiev en 1990, y posteriormente en el Gobierno de emergencia creado inmediatamente después del frustrado golpe de Estado de agosto de 1991.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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