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Población envejecida

Entre 1960 y 1990, la pirámide de edades de la CE se ha modificado profundamente. La caída de la fecundidad se aceleró a partir de los años setenta con el ingreso de países del sur (Grecia, España, Italia y Portugal). La caída de la fertilidad y el aumento de esperanza de vida suponen la base del envejecimiento de la población, considerado ya como el fenómeno social más importante de este fin de siglo y que lleva consigo problemas de financiación y de especialización de servicios.En 1990, una cuarta parte de la población de la CE tenía menos de 20 años y una quinta parte tenía más de 60 años. Por otra parte, las personas de más de 80 años constituyen el 3,4% de la población comunitaria (se ha doblado en los últimos 30 años). Estados Unidos y Japón, que comparten con Europa un envejecimiento progresivo, tienen un porcentaje superior de jóvenes de menos de 20 años: el 28,4% y el 26,4%, respectivamente.

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En el seno de la CE, Irlanda se diferencia por la juventud de su población (37% de personas de menos de 20 años), mientras que la ex República Federal de Alemania tiene la que menos, el 21,8%; Portugal el 29,3%, y España, el 28,5%. Por el contrario, Irlanda tiene la proporción más pequeña de personas mayores de 60 años (15,1%) mientras que el Reino Unido presenta el porcentaje más elevado (20,7%). España tiene un 18,5%.

Descenso de la fecundidad

El descenso de la fecundidad, que afecta a todos los Estados miembros, es una de las características demográficas más importantes de la CE. Irlanda es el único país en el que está asegurado el nivel de reemplazo generacional (fijado por los expertos en 2,1 hijos por mujer). Los países del sur -Grecia, España, Italia y Portugal- han registrado un fuerte descenso en la fecundidad.

Parece haberse detenido, por otra parte, el descenso de los matrimonios, aunque van acompañados de un fuerte aumento de los divorcios. El índice de bodas, que había pasado de 7,8 matrimonios por 1.000 habitantes en 1960 a 5,9 en 1989, se ha estabilizado en el curso de los últimos cinco años. La edad del primer matrimonio, que en 1960 se situaba en 26,9 años para los hombres y 24,1 años para las mujeres, bajó en los años setenta a 25,6 para los hombres y 23 años para las mujeres y se remontó en 1988 con 27,3 años para los hombres y 24,9 para las mujeres.

Los divorcios han seguido una tendencia inversa. En 1989 se registró en la CE 1,6 divorcios por cada 1.000 habitantes. Dinamarca tiene la tasa más elevada (un 3%), seguido del Reino Unido (un 2,9%). En el otro extremo se sitúan Italia (con un 0,5%), Grecia y España (con un 0,6%) e Irlanda, donde el divorcio no está legalizado.

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