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500 Tn

Rosa Montero

A media ladera del monte Everest, en el lugar utilizado como campamento base por los escaladores, hay acumuladas 500 toneladas de basura. Hace años vi un amanecer en el Himalaya: fue en Nepal, a 4.000 metros de altura. Frente a mí se extendía, tan alta que apenas si había cielo, la formidable cadena montañosa: una muralla de hielos y de sombras azules. Salía el sol y hacía arder las crestas escarchadas; se sentía el silencioso peso de la Tierra. Era el lugar más imponente y ajeno al ser, humano que jamás había visto, y también creí que era el más limpio.Pero no: aquel Everest que centelleaba olímpicamente frente a mí, tan remoto y tan puro en apariencia, estaba lleno de roña. Se necesita una considerable concentración de porquería para alcanzar las 500 toneladas. Y eso que se trata del Everest, que es uno de los lugares más inaccesibles del mundo; que sólo han tenido 40 años para engorrinarlo, porque Hillary puso allí el primer pie (y los primeros detritus, me supongo) en 1953, y que los culpables, esto es, los montañeros, son sin duda alguna gente más concienciada ecológicamente. que el vulgo mortal. Si allí las cosas están así, imagínense la podredumbre de las zonas mucho más accesibles, de los campos y las costas, de los mares asfixiados por las mareas negras y los ríos hediondos, incluso del espacio exterior, en donde dicen que orbitan, ciegos y locos, una infinidad de pirindolos y basurillas astronáuticas, residuos de la carrera del espacio.

Estamos exterminando la flora y la fauna (el tráfico ¡legal de especies protegidas es el tercero del mundo, después de las drogas y las armas) y convirtiendo el planeta en un vertedero. O detenemos el crecimiento de la especie humana y tomamos medidas de emergencia o nos convertiremos en simple mugre cósmica.

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