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El empresariado catalán se moviliza ante Pujol en defensa de la continuidad de Miquel Roca

El empresariado catalán se ha movilizado ante Jordi Pujol para defender a Miquel Roca. Algunos grandes empresarios se han dirigido al presidente de la Generalitat para trasladarle su inquietud por la crisis de Convergéncia Democrática de Catalunya (CDC). Roca, paralelamente, ha mantenido estrechos contactos con industriales y financieros con la idea de reforzar ante éstos la importancia de sus Posiciones y facilitar así el acuerdo con Pujol.

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El patrón y el empleador

El Círculo de Economía y el Instituto de la Empresa Familiar, los núcleos más representativos de la burguesía industrial catalana, coinciden: 'Ta influencia de Roca es decisiva para la gobernabilidad de España". En esta ocasión, incluso los empresarios más afines al pujolismo puro (Josep Esteve -Laboratorios Esteve-, Mariá Puig -Antonio Puig, SA-, Enric Bernat -Chupa Chups-, entre otros) han demostrado su disgusto por las discrepancias en la cúpula de Convergéncia. La crisis puede mermar la financiación del partido "si algunos mantienen su amenaza de retirar las ayudas económicas al partido de Pujol" afirma un empresario del sanedrín convergente.La soledad de Pujol disgusta también en Madrid. Hace pocos días, un destacado banquero aprovechó la tradicional entre vista que celebra cada año con el presidente de la Generalitat para expresarle su preocupación por la crisis convergente. Más allá iba un multimillonario financiero afincado en la capital y muy buen conocedor de Cataluña: "Pujol, al igual que otros políticos que llevan mucho tiempo en el poder, comete errores impropios de su talla, como si se distanciara en exceso de la realidad y perdiera el sentido político. La opción de Roca está ahora más presente que nunca".

En las últimas juntas del Círculo de Economía se ha discutido la crisis de Convergéncia La preocupación por una ruptura sin retorno entre Roca y Pujol ha movilizado a los hombres más representativos de este foro en torno a su actual presidente, el cementero Joan Molins. "Roca simboliza la política económica que conviene aplicar en Madrid", afirma Carlos Tusquets, que fue presidente del Círculo antes de que Molins ocupara el cargo. "Sin Roca, ser catalan en Madrid puede dejar de ser un activo", suscriben otros miembros de la junta; "Roca es el seny y Pujol da miedo por su mesianismo" afirma otro directivo.

Los debates sobre esta cuestión política en el Círculo culminarán con una conferencia del ex secretario de CDC, anunciada para el próximo día 14.

Los contactos de Roca con empresarios se han intensificado en los últimos días. El 25 de noviembre pasado estuvo con el comité ejecutivo de la Cámara de Comercio de Barcelona que preside Antoni Negre. La opacidad del mundo cameral no ha impedido en esta ocasión filtraciones significativas, como la del hotelero Joan Gaspart, quien lamenta" la crisis: "Roca no puede protagonizar una escisión presidencialista al estilo de la que realizó Garaikoetxea en el País Vasco para crear Eusko Alkartasuna". Una opinión en la que coincide Juan Rosell, vocal del ejecutivo de la cámara y vicepresidente de Fomento, asociada a la CEOE. Para este último la salida de Roca "reforzará el protagonismo de Pujol, un político que entiende a los empresarios por que proviene del mundo económico".

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El sesgo más conservador de la gran patronal catalana se evidencia en -la crisis Pujol-Roca. Los núcleos más duros de Fomento -Antonio Algueró, Julio San Miguel o Lorenzo Gascón, entre otros- reconducen hacia el pujolismo su tradicional apoyo al Partido Popular,(PP). De las entrañas orgánicas de Fomento, donde nació en su momento el programa económico de Alejo Vidal Quadras, emerge ahora el anhelo de una vertebración alternativa al socialismo -Pujol-Aznar- entroncada con la fronda fiscal del empresariado radical. Para Fomento, la proyeccción empresarial de Roca pesa menos que la del vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra. "El empresario catalán es pragmático y sabe que en Ferraz (sede del PSOE) o en la Moncloa soluciona sus problemas madrileños mejor que en el -despacho de Roca", sostiene Joan Pujol, secretario de la patronal.

Fidelidad sobre capacidad

En la crisis de CDC, Pujol elige el triunfo de la fidelidad sobre la capacidad; Roca encaja en el altar de la eficiencia ante el que ofrendan convencidos los industriales catalanes. Al menos, ésa es su opinión general. Frente a Roca, el presidente de la Generalitat representa la soledad ruidosa del carisma, el mesianismo, el populismo y el reencuentro con la pureza de la patria", señalan los más beligerantes. "Convergéncia es un movimiento nacionalista y el nacionalismo no es una ideología política", sentencia Enrique Corominas, próximo presidente de la Fundación Círculo de Economía. Para Corominas, "Roca garantiza que Convergéncia sea más un partido que un movimiento".

La labor de Roca y de su equipo económico ejercen una especial fascinación sobre el empresario catalán. Mover los hilos en Madrid como lo hace Roca "es una forma de facilitar la articulación de la economía catalana con el entorno de la Administración" señala Leopoldo Rodés, presidente del Instituto de la Empresa Familiar. En este mismo foro conviven opiniones ávidas de consenso como la de Ignacio Ferrero (Nutrexpa) y posturas roquistas beligerantes como la del hotelero Antonio Catalán (NH), para quien Pujol representa "el fundamentalismo, el nacionalismo cerril, frente a la opción europeísta y abierta de Miquel Roca".

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