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Otro 'obstat' a Casaldaliga

El arzobispo de Barcelona impide a su homólogo que opte a doctor 'honoris causa' de Teología

El arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, ha impedido que prospere la candidatura de su hermano de episcopado, Pedro Casaldáliga -titular de la diócesis de Sáo Félix, en el Mato Grosso brasileño- a doctor honoris causa de la Facultad de Teología de Cataluña. Profesan idéntica fe, pero son diferentes.El arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, es un valor en alza a-los ojos de Roma. Su obediencia le lleva a optar ahora a la presidencia de la Conferencia Episcopal Española, como en su momento le condujo desde la diócesis de Tortosa, de la que era titular, al arzobispado de Barcelona. Casaldáliga ha tenido, por el contrarío, abiertos enfrentarnientos con la jerarquía vaticana. Incluso fue llamado a capítulo a Roma. Ocurrió en 1988. El prelado brasileño, nacido en Balsareny (Barcelona), tuvo que relponder ante la curia de su trabajo pastoral. Su concepción de la Iglesia ha llevado a Casaldáliga a comprometerse con la teología de la liberación, a visitar Nicaragua en 1985 para apoyar al ministro de Asuntos Exteriores sandinista, el sacerdote Miguel d'Escoto, que entonces realizaba un ayuno por la paz, y a expresar ideas contrarias a la existencia de nunciaturas y a favor de la mujer y del celibato opcional, por ejemplo.Quizá por ello, y según diversas fuentes, Casaldáliga no ha podido superar la fase inicial del proceso para ser investido como doctor honoris causa de la Facultad de Teología de Cataluña de elección pontificia. El arzobispo, por su condición de gran canciller del centro, tachó durante la pasada primavera el nombre de Casaldáliga, que este año ha recibido el Premio Intetnacional Alfonso Comín, de la lista de posibles candidatos a la investidura elaboradapor el Consejo Permanente de la Facultad.La decisión de Carles ha trascendido ahora. Incluso ha sorprendido a miembros del Consejo Permanente de la Fa cultad, que habían acordado observar absoluta discreción al respecto. Para no herir sensibilidades, dicen algunos de sus miembros. El decano, el vicedecano, los cuatro profesorés y el unico miembro del personal no docente de este organismo -las dos plazas correspondientes a los representantes de los alumnos estaban vacantes en primavera- elaboraron una lista con los nombres de los posibles candidatos. En la lista, según diversas fuentes, figuraban ocho nombres con posibilidades de obtener elgalardón académico. La lista, según estas fuentes, fue presentada por el decano, Gaspar Mora, al arzobispo. Cayó Casaldáliga, que no pudo continuar el proceso: aprobación por la Junta de Facultad, asentimiento del gran canciller, que tramita la propuesta al Vaticano. Roma es, finalmente, la que da el visto bueno. El arzobispo no ha querido explicar a este diario los motivos de su decisión. ', No tengo nada que decir", ha dicho. El veto a Casaldáliga, en cualquier caso, podía producirse al final del proceso: en la Santa Sede.

Ésta no ha sido la primera ocasión en que un arzobispo de Barcelona impide, por su condición de gran canciller de la Facultad de Teología, que prospere la candidatura de Pedro Casaldáliga a la investidura como doctor honoris causa. El cardenal Narcís Jubany ya paralizó hace "unos 15 años" una propuesta en este sentido, según recordó a este diario un profesor del centro. Jubany, entonces arzobispo de Barcelona, justificó su decisión, según esta fuente, señalando que Casaldáliga no había aportado nada a la teología.

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