_
_
_
_

Los contactos con la OLP dejan de ser delito para los ciudadanos israelies

El voto de la Kneset (Parlamento), en primera lectura, por el que se levanta la prohibición a los ciudadanos israelíes de mantener contactos con miembros de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), ha corregido una larga afrenta a las libertades democráticas en el Estado hebreo.-Sin embargo, la importancia de este voto sobrepasa el marco del libre intercambio de puntos de vista entre israelíes y palestinos, considerado hasta ahora como un delito y que ha llevado a la cárcel a hombres como Abie Nathan, conocido como el piloto de la paz.

El voto se inscribe, primeramente, en lo que la derecha nacionalista llama la 1egitimación progresiva" de la OLP bajo el Gobierno del laborista Isaac Rabin. Así, en los territorios ocupados, donde teóricamente toda actividad política está prohibida, las principales facciones de la OLP presentan abiertamente candidatos a las elecciones en las universidades, cámaras de comercio y otras. Eso por no hablar de las giras de Faisal al Huseini, Hanan Hasraui yotros dirigentes palestinos entre Jerusalén y Túñez (donde está la sede de la OLP).

Además, esta decisión puede facilitar a la Administración del próximo presidente norteamericano, Bill Clinton, la reanudación del diálogo con la OLP, interrumpido por el actual inquilino de la Casa Blanca, George Bush.

Muchos observadores israelíes estiman que el voto de la Kneset, planteado por el ministro de Justicia, con el acuerdo de Rabin, prepara a la opinión pública para la apertura, en el "momento oportuno", de conversaciones con la OLP.

La propia Hasraui, portavoz de la delegación palestina en las conversaciones de paz, declaró ayer que los resultados de la votación suponían de hecho un reconocimiento de la OLP y que esperaba que en breve se pudieran celebrar reuniones oficiales entre representantes palestinos e israelíes.Los seis diputados del Shas (ortodoxos sefardíes) miembros de la coalición de Gobierno votaron con la oposición y contra el Gabinete, pero por el motivo de que, horas antes, se había legalizado la prostitución en el país, en contra de la opinión de este grupo. "Aparentemente", dijo un diputado laborista, "los diputados religiosos prefieren el coito rápido, vergonzoso e incómodo en una callejuela sombría a los burdeles cálidos y bien acondicionados".Muertes de jóvenes palestinos

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Mientras tanto, los choques violentos entre soldados israelíes y jóvenes palestinos se multiplican en territorio ocupado. El martes, 1 de diciembre, en Gaza, un chico de 14 años murió de un disparo de soldados israelíes. Otro joven de 20 años resultó herido. Al día siguiente, miércoles, falleció.Los responsables militares se preparan para una intensificación de los problemas ante la proximidad del quinto aniversario de la Intifada, el próximo 9 de diciembre.Desde su estallido, en diciembre de 1987, 189 jóvenes palestinos han muerto por las balas israelíes. De ellos, 51 tenían menos de 12 años. últimamente, los soldados abren fuego sobre todo joven "que se fuga después de lanzar piedras".

Hace una docena de días, Amdjad Abdel Razak, de 12 años, murió en el camino de la escuela, en la carretera que va de Jerusalén a Ramallá. El Ejército afirmó que había tirado piedras, pero su primo, de 13 años, que iba con él, aseguró que cuando pasaban junto a un Peugeot 504 de color blanco, dos hombres con vaqueros y el rostro cubierto con un pañuelo les apuntaron. "Arrestados". Los críos corrieron. Se oyeron dos disparos y Anidjad cayó muerto.

El portavoz del Ejército acabó por revelar que el autor era un teniente, miembro de una unidad especial que opera en la Cisjordania ocupada. En el territorio ocupado de Gaza funciona una unidad similar, llamada Sansón. Allí también los jóvenes caen abatidos "después de haber intentado huir".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_