Francia vetará el acuerdo del GATT, aun a riesgo de abrir una crisis en la CE

"Si tiene que haber una crisis europea por este tema, la habrá", dijo ayer Pierre Bérégovoy al confirmar que Francia vetará el compromiso agrícola adoptado en Washington por Estados Unidos y la Comisión Europea. El primer ministro francés, que intervenía en la sesión. extraordinaria de la Asamblea Nacional consagrada a las negociaciones del GATT, no pudo ser más claro: "Francia", dijo, "opondrá su veto a todo acuerdo contrario a sus vitales intereses agrícolas". Entretanto, miles de campesinos encolerizados por el compromiso de Washington se enfrentaban a la policía.

Bérégovoy anunció que Francia solicitará hoy la celebración urgente de una reunión de los ministros de Asuntos Exteriores y de Agricultura de la Comunidad Europea. Esa reunión estará dedicada a "las desastrosas consecuencias del proyecto de acuerdo de Washington para la agricultura europea en general y la francesa en particular". En ese marco, Francia comunicará que vetará la aprobación de la CE al resultado de las negociaciones del GATT en el caso de que "su posición no sea escuchada ni respetada".

El presidente François Mitterrand, precisó Bérégovoy, está de acuerdo con que Francia debe hacer saber a sus socios europeos su disposición a usar el derecho a veto previsto en el "compromiso de Luxemburgo" adoptado en 1966 por los miembros fundadores de la CE. Francia, que desea "un acuerdo global y equilibrado" sobre liberalización del comercio mundial, considera que el compromiso de Washington favorece exclusivamente a los intereses agrícolas de EE UU.

El primer ministro francés hizo un enérgico llamamiento a la solidaridad de España y otros países comunitarios. "España, Portugal, Irlanda y Grecia", dijo, "pidieron y obtuvieron el apoyo de Francia a los fondos de cohesión que desean para recuperar el retraso de sus economías". "Ahora.", prosiguió, "Francia tiene el derecho de exigir a esos socios y amigos la solidaridad que nunca les regateó".

A continuación, Bérégovoy sometió al voto de confianza de la Asamblea Nacional su declaración de oposición al acuerdo de Washington. Los comunistas le dieron de inmediato su apoyo. André Lajoinie, su portavoz, aprovechó la ocasión para afirmar que la crisis abierta por las negociaciones del GATT da la razón a los partidarios del no a Maastricht. "¿Qué fue de aquella idea de que la ratificación de este infausto tratado significaría una Europa unida y solidaria frente a Estados Unidos?", preguntó.

En nombre de la gaullista Asamblea para la República (RPR), Jacques Chirac rechazó el acuerdo de Washington, que, dijo, "puede suponer la desertificación del 40% del territorio francés". Chirac también se declaró partidario del uso del veto y afirmó que, si la derecha llega al poder tras las elecciones legislativas del próximo marzo, asumirá "el riesgo de una crisis europea con tal de evitar que se hagan concesiones a los norteamericanos contrarias a los intereses de Francia".

Los gaullistas, no obstante, se negaron a votar la confianza solicitada por el primer ministro socialista. Idéntica actitud adoptó la liberal Unión para la Democracia Francesa (UDF). Aun estando de acuerdo con Bérégovoy, la oposición de derecha prefirió guiarse por razones de política interna y no quiso darle "un balón de oxígeno" al Gobierno socialista.

Mientras discurría el debate, unos 3.000 agricultores bombardeaban con huevos y petardos a los gendarmes apostados en el puente Alexandre III de la capital. En ese mismo lugar arrojaron simbólicamente al río Sena varios kilos de productos norteamericanos. Más tarde, se concentraron en la explanada de los Inválidos, y, al no poder dirigirse a la Asamblea Nacional, protegida por un impresionante despliegue policial, tomaron el camino del Ministerio de Agricultura.

Los campesinos agredieron con brutalidad a las fuerzas de seguridad. Al término de la jornada, 27 policías antidisturbios y 14 gendarmes habían sido heridos en París.