La ONU intenta romper 'cercos de hambre' en Bosnia

Los cascos azules que escoltarán hoy un convoy de ayuda humanitaria hacia Gorazde fueron atacados ayer con fuego de armas largas cuando se despedían de sus mandos en el aeropuerto de Sarajevo. No se produjeron heridos, pero quedó patente que los soldados franceses de la ONU eran víctimas de un ataque deliberado y no de un fuego cruzado. El comandante español Juan Frutos, adjunto al jefe de las tropas de la ONU en Bosnia, el francés PhiHippe Morfilon, manifestó no poder identificar a los agresores. La ONU trata de romper los cercos de hambre de Gorazde y Srebenica.

wLa unidad francesa partía para escoltar hoy un convoy humanitario a la ciudad de Gorazde asediada por fuerzas serbias desde hace más de seis meses. Horas antes había partido una unidad ucrania para escoltar hoy a un convoy a Srebenica, otra ciudad bosnia oriental en las mismas condiciones humanitarias "críticas".

En una medida sin precedentes, el responsable del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Bosnia-Herzegovina, el español Jose María Mendiluce, había anunciado que no se suministrará más ayuda humanitaria a la parte serbia si estos convoyes no llegan a su destino. Las fuer as serbias obstaculizan de una u otra forma, pero con especial insistencia estas últimas dos semanas, el reparto de la ayuda humanitaria a las zonas bosnias. "Estamos hartos de que se dispare, bombardee, interrumpa, bloquee, eche y maltrate a nuestros convoyes", declaró Mendiluce.

Los cascos azules españoles escoltaron ayer, de nuevo, dos convoyes entre Metkovik y Jablanica sin que se registraran incidentes ni ataques. Asimismo la Legión vigiló otra caravana que cubrió la ruta inversa entre las dos ciudades citadas. Un portavoz del Ministerio de Defensa indicó que el itinerario se realizó, como ya es habitual, a través del valle del río Neretva.

El Ejército serbio ha incrementado en estos días sus efectivos en tomo a Sarajevo mientras por tercera jornada consecutiva lanzó un fuerte ataque contra la capital que se enmarca en una ofensiva en todos los frentes de la guerra en Bosnia-Herzegovina, en especial en el centro y el norte de la república. Fuentes de la presidencia bosnia manifestaron ayer que esperan una . escalada de la ofensiva. Unos cincuenta camiones de refuerzos. militares han llegado sólo al barrio de Grbavica en estos últimos días, por lo que mandos militares bosnios cuentan con un gran despliegue de fuerzas serbias en todo el cerco a la ciudad.

"También en otros frentes, como Gradacac y Olovo en el norte, las fuerzas serbias están concentrando gran número de tropas y armas", manifestó a EL PAÍS Hajrudim Somun, principal asesor del presidente de Bosnia, Alia Izetbegovic.

"Llevamos 140.000 muertos, 40.000 mujeres violadas, poblaciones enteras demolidas y millones de personas sin hogar o pasando hambre y frío. ¿Quién ha matado a toda esa gente, quién ha violado a esas mujeres musulmanas?, ¿nosotros, quizá?", se pregunta Somum.

En la ofensiva en Bosnia central y septentrional las fuerzas serbias utilizan también helicópteros, cuyo vuelo sobre territorio bosnio está vetado por resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Un informe de observadores de la ONU sobre el terreno confirma esta denuncia de las autoridades bosnias y habla de más de cien casos de violación de la resolución por parte serbia.

La mañana de ayer fue tranquila en Sarajevo tras una madrugada de fuertes bombardeos del barrio antiguo y zonas cercanas al aeropuerto, pero al caer la noche las explosiones de granadas se volvieron a extender por toda la ciudad. La relativa tranquilidad en torno al aeropuerto de la capital bosnia permitió la reanudación, ayer, de los vuelos de ayuda hacia Sarajevo.

Un nuevo informe de la ONU sobre la antigua Yugoslavia sostiene que la limpieza étnica se ha intensificado en las zonas controladas por los serbios. Sadako Ogata, presidenta del Alto Comisionado de las ONU para los Refugiados, señaló ayer en Holanda que ha pedido a todos los países europeos que abran sus fronteras a los refugiados yugoslavos, informa Isabel Ferrer. "No sé cuándo podrán regresar a sus hogares. Ni siquiera si éstos existen aún. Pero haremos lo posible por devolverlos a zonas próximas a sus casas, una vez mejore la situación".