La oposición considera la medida un fracaso' del ministro

, La devaluación de la peseta en un 6% decidida la madrugada del domingo en Bruselas, prueba, a juicio de las fuerzas sociales y políticas, "el fracaso de la política de Solchaga". La mayoría de los partidos y los sindicatos así lo expresaron ayer, al tiempo que reprochaban al Gobierno haber desaprovechado los años de bonanza. El portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Rodrigo Rato, pedirá hoy la comparecencia urgente en el Congreso de los Diputados del ministro de Economía.El portavoz adjunto del PP en el Congreso de los Diputados, Luis Ramallo, afirmó ayer que la devaluación, aunque necesaria, supone "la apreciación desde el exterior de la situación calamitosa que vive la economía española". Ramalo se quejó de que "al final, el pueblo es el que paga porque esta mañana [por ayer] se ha levantado un 6% más pobre".

Esta pobreza es la que llevar a Antonio Romero, diputado de Izquierda Unida, a pedir que los sindicatos se replanteen la negociación colectiva para 1992, ya que, según el diputado, con dos devaluaciones consecutivas, que suman un 11%, la inflación podría repuntar. Las subidas salariales tendrían que superar e1 7%, dijo Romero.

Ello chocaría con una de las más reiteradas peticiones que se hacen desde Economía y que la madrugada del domingo recogía el propio Comité Monetario en un comunicado. "Sería particularmente importante para las posibilidades de crecimiento y de generación de empleo de la economía española, asegurar una evolución de los costes laborales que mantuviera las ganancias de competitividad ahora registradas". El comunicado dice que la devaluación no debe tener un impacto inflacionista importante, ya que la nueva paridad [72,79 pesetas/ marco] está en torno al tipo de mercado.

Este optimismo no es compartido por otros expertos. Luis Gámir, responsable de Asuntos Económicos del PP, cree que la depresión de la economía "no es suficiente para evitar que la devaluación tenga un efecto alcista sobre los precios". El economista Juan Velarde opina que "las tensiones inflacionistas se verán aumentadas por el encarecimiento de las importaciones".

Quienes mejor han aceptado la medida han sido los presidentes del País Vasco (PNV) y de Andalucía (PSOE). El lehendakari, José Antonio Ardanza, aseguró que "la devaluación posibilitará a los empresarios vascos competir en el exterior con más facilidad. Manuel Chaves, presidente de la Junta de Andalucía, afirmó que la "medida es necesaria para garantizarla competitividad de la economía".

Los representantes de CC 00 y UGT instaron al Gobierno a tomar medidas para evitar una subida de precios.