Suquía dice que los aciertos superan a los abusos en la evangelización de América

Hace 500 años, durante la conquista y evangelización de América, hubo "abusos" y "errores" pero han prevalecido los "aciertos". Este continente, sin la llegada de la fe católica, que evitó "innumerables injusticias" hubiera sido pasto del desamor y el pecado. Así lo juzgó ayer el cardenal Angel Suquía, presidente de la Conferencia Episcopal Española, durante el discurso inaugural de la plenaria de otoño. Los obispos españoles, reunidos hasta el próximo sábado, concluyen hoy, un simposio orientado a rebatir las críticas al proceso de evangelización de América. El acto, que tiene un carácter académico, será clausurado hoy por el rey Juan Carlos I, que asistirá por vez primera a una plenaria del episcopado español.

La asamblea, que tiene previsto aprobar un documento sobre el V Centenario, fue abierta con un discurso del presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Ángel Suquía. "La Iglesia", dijo," no teme, nunca ha temido a la verdad histórica". "No la teme", añadió, "porque, aunque en ella haya pecados, abusos y errores, la historia de la Iglesia, y particularmente la historia de la evangelización de América, hace aflorar más aún la fuerza humanizadora del Evangelio: el papel decisivo de la fe para contener el apetito de poder y para generar una humanidad construida sobre el respeto, el diálogo 'el amor".El cardenal Angel Suquía enumeró durante su intervención las leyes dictadas por los Reyes Católicos para proteger a los indígenas, comparando algunas de ellas con las dictadas en la revolución industrial inglesa.

Leyendas 'rosa' y 'negra'

Más allá de las leyendas rosa y negra, dijo Suquía, "es preciso admitir que la profunda implantación de la fe católica en la sociedad española de entonces, incluso en las instituciones del Estado, comenzando por la Corona, evitó innumerables injusticias, sirvió de contención a las pasiones y dio lugar a una consideración de las poblaciones indígenas, en las leyes y en la realidad, que es única en la historia. moderna". De no haber sido por ello, concluyó, "la historia de América hubiera sido absolutamente distinta. No hubiera sido una historia en la que la gracia y el amor prevalecen abundantemente sobre el pecado".El simposio fue abierto por, Luciano Pereña, catedrático de la Pontificia de Salamanca y director de la cátedra V Centenario. Pereña señaló que la Iglesia española debe salir al paso de las críticas "del progresismo católico" a la evangelización de América. Perefia concluyó que la Iglesia, especialmente la de América Latina y la de España, "son públicamente encausadas y presuntamente se les hace responsables de ocultar el genocidio en la conquista. Que al menos", añadió, "dé la cara. Por miedo no se pueden eludir los conflictos".