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Un tribunal de notables franceses declara inocente al inspirador de Barba Azul

Un tribunal arbitral de nueve sabios, reunido en la tarde de ayer en el Senado francés, declaró al barón Gilles de Rais, inspirador del mítico personaje Barba Azul, inocente del delito de brujería y de haber violado, torturado, sodomizado y asesinado a cientos de niños en los años que precedieron a su condena por la Inquisición y ejecución en la hoguera, en octubre de 1440.

El tribunal, reunido en la tarde de ayer en el, Senado, formado por un senador, un biólogo, un médico, un ex ministro de Cultura, un ex ministro de Justicia y varios juristas en ejercicio, examinó, después de 552 años del proceso que terminara con la vida de Gilles de Rais en la hoguera, las piezas del sumario inquisitorial y las actas del juicio de Nantes, y escuchó las declaraciones de un fiscal y un abogado defensor.Después de varias horas de deliberaciones, el tribunal dio la razón al escritor Gilbert Prouteau, autor de Gilles de Rais o la cara del lobo, empeñado desde el pasado verano en rehabilitar la figura del barón, y declaró que la condena y ejecución del que fuera amigo y compañero de armas de Juana de Arco en la lucha contra los invasores ingleses fue una injusticia cometida por la Inquisición y que no hubo pruebas para pensar que el inspirador del temible personaje de Barba Azul secuestró, violó, sodomizó y asesinó a 150 niños en los años que precedieron a su proceso.

Riquísimo aristócrata, mariscal imbatible de los ejércitos de Francia, hermoso de físico y de espíritu cultivado, Gilles de Rais fue ahorcado y quemado en la mañana del 26 de octubre de 1440 en una isla del río Loira próxima a Nantes. Una inmensa muchedumbre asistió a su ejecución.

Según la sentencia inquisitorial, el pedófilo y satánico Gilles de Rais cortaba con su espada las cabezas de los niños que había sodomizado y luego las besaba con pasión mientras prorrumpía en requiebros amorosos. Sometido a la amenaza de la excomunión y la tortura, el acusado confesó esas: y muchas otras atrocidades y reivindicó además el asesinato de 800 niños más. Gilles de Rais se convirtió así en un símbolo universal del mal.

En los últimos cinco siglos y medio, 200 libros han tratado la historia de este hombre. Charles Perrault se inspiró en su historia para crear el personaje de Barba Azul, el ogro de los cuentos infantiles. Voltaire, en cambio, expresó sus dudas respecto a su culpabilidad.

Delirio "místico etílico"

El escritor Prouteau venía manteniendo que Gilles de Rais fue víctima de un compló urdido por el duque de Bretaña, ayudado por el obispo Jean de Malestroit. El duque quería adueñarse de cuantos castillos y tierras poseía el barón y no dudó en tramar lo que Prouteau llama "el primer proceso estalinista de la historia".Los conspiradores, según Prouteau, fueron ayudados por el estado de delirio "místico-etílico" de Gilles de Rais, que cada día se metía entre pecho y espalda cinco litros de hypocras -un vino de 22º de alcohol- y dedicaba tres horas a sus oraciones. Entretanto, multitud de niños desaparecían en las cercanías del castillo del barón, en La Vendée. El 14 de junio pasado, un jurado compuesto por historiadores, juristas y psicólogos abordó en Nantes la primera etapa del proceso de rehabilitación de Barba Azul. El jurado aceptó la existencia de pruebas suficientes para sospechar que Gilles de Rais fue víctima de una maquinación, y decidió convocar un juicio definitivo en el palacio de Luxemburgo, sede del Senado. Y ayer Gilles de Rais fue apeado de la lista de los infames de la historia.

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