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'Nunca hemos hablado de despido libre" dice el presidente

El presidente del Gobierno, Felipe González, negó ayer en la tertulia Comedor de invitados de Radio Nacional que el Gobierno haya decidido aplicar en España el despido libre, auguró que la crisis económica "no durará mucho" y salió en defensa de su ex ministro de Economía Miguel Boyer ante las críticas que éste ha recibido por su nueva vivienda.Éstas son algunas de las opiniones del presidente:

- Despido libre: "Nunca hemos hablado de despido libre. En España no se ha discutido, no se discute y espero que no se va a discutir de lo que se llama despido libre, que es una manipulación grotesca de lo que puede ser, por ejemplo, la eliminación de alguna de las trabas que retrasan lo que puede ser el ajuste necesario de una empresa en crisis".

-Actos del 92: "Si uno le preguntase a John Major, primer ministro británico, cuál es el coste que ha pagado por unos Juegos Olímpicos que no hizo, o por una Exposición Universal que no hizo, o por un esfuerzo de infraestructura que no hizo en los últimos cuatro o cinco años, para estar en una situación de crisis que sí tiene, pues diría: 'No, no. Mire usted. Si aquí no ha habido 92. Aquí no se ha celebrado nada'. Igual que no se ha celebrado en Italia, igual que no se ha celebrado en Estados Unidos, igual que no se ha celebrado en Alemania, o en Francia, etcétera". "Por tanto, hay una situación de crisis internacional. A nosotros nos está afectando menos duramente que a otros países. Quiero recordar, por ejemplo, que el Reino Unido lleva dos años, tres años con éste, con crecimiento negativo. En España no hemos vivido todavía un solo año de crecimiento negativo".

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- Gestión del Inem. "Nunca se ha planteado la gestión privada del Instituto de Empleo. La gestión cedida a empresarios y trabajadores no elimina la responsabilidad pública respecto de las personas afectadas. Y mucho menos la privatización de la sanidad".

- Crisis y unión europea: "En este momento, la puesta en marcha del Tratado de Unión Europea coincide con una crisis económica seria a nivel internacional. Y, cada vez que Europa ha pasado por un momento de crisis,ha aumentado lo que se llama el europesimismo o el euroescepticismo, o ha aumentado cierta tentación nacionalista, de volver la mirada hacia dentro. "Yo creo", matizó, "que la crisis económica no durará mucho. Hay que aprovecharla quizá para conseguir una buena plataforma, y las condiciones de la Unión Europea son condiciones extraordinariamente razonables para encarar el futuro también en el terreno económico".

- El poder de la prensa: "Existe un problema serio y delicado de cierto sentimiento de indefensión, que no se refiere sólo ni preferentemente a los políticos, sino al ciudadano que, de pronto, ve su nombre en los papeles, que suele decirse a nivel popular -lo que queda escrito es difícil corregirlo-, que ve su honra por los suelos. Y después ya puede decir lo que diga un juez en una sentencia, como resultado final de una investigación. La pérdida de honorabilidad de las personas es muy difícil de recuperar. Esto es relativamente alarmante".

- Casa de Boyer: "¿Realmente creen que se puede pedir explicación al Gobierno de lo que hace una persona que tiene sus derechos cívicos como cualquier otro, como el señor Boyer, con su esfuerzo personal y con lo que gana? A mí me parece bastante ridículo. Y confundir eso con la política del Gobierno, un despropósito. Me parece una exageración, incluso me parece una exageración demagógica, que eso se plantee como un problema político. El señor Boyer fue ministro de Economía de mi Gobierno hasta 1985. Es un hombre con buena cabeza y una gran capacidad intelectual, que le reconoce todo el mundo. Desde 1985 -estamos en 1992- han pasado unos anos, y está trabajando por su cuenta y en el sector privado". "Lo que sería escandaloso desde el punto de vista social", añadió, "es que un ministro, con el sueldo de ministro, o cualquier cargo público, pudiera hacerse una casa que estuviera fuera completamente de las posibilidades que se derivan de su sueldo, de su capacidad de ahorro y de su capacidad de endeudamiento de futuro. Lo que es difícil de entender es que eso se lo apunten en el debe al Gobierno socialista".

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