_
_
_
_

"Cuanto más avanza la ciencia, menos se reflexiona sobre lo que implica", dice José Manuel Sánchez Ron

Cuanto más avanza la ciencia, menos lo hace la reflexión sobre ella y lo que implica, piensa el físico José Manuel Sánchez Ron, de modo que para la mayor parte de nosotros siguen siendo misterios de caverna algunas de las principales fuerzas que gobiernan nuestras vidas. autor de El poder de la ciencia (Alianza Editorial), Sánchez Ron, piensa que el Gobierno debería dar una mayor importancia a los estudios científicos, y cree que quizá se podrían distribuir mejor los escasos recursos.

Más información
El panorama español

El ex ministro de Economía Miguel Boyer, que iba a asistir a la presentación del libro, excusó a última hora su presencia. Boyer ha recibido numerosas críticas en los últimos días tras la publicación en la revista Hola de las fotografías de su nueva residencia y no descartaba que al acto acudiesen algunos provocadores.Bertrand Russell fue realmente el último entre los últimos renacentistas, y su muerte es toda una metáfora sobre un tiempo, el nuestro, en que ya no se piensa con esa imaginacion e intensidad. Así lo comprueba todos los días José Manuel Sánchez Ron, que además de ejercer la ciencia como catedrático de física en la Universidad Autónoma de Madrid, se ha propuesto reflexionar sobre ella, primero desde la historia y luego, en el futuro, desde la filosofía.

El poder de la ciencia es la historia de los principales momentos de la física en el siglo XX: la extraña fotografía con halo de la mano de Conrad Röntgen, que, al ser enviada por correo a los miembros del pequeño club que era entonces la ciencia en media Europa, informó del nacimiento de los rayos X. La noticia causó tal impacto que hasta el káiser quiso una demostración de esa luz que atravesaba los cuerpos.

El enigma del universo

O la deducción de los electrones del átomo, entonces llamados corpúsculos, mediante un experimento de rayos catódicos. O cuando la reverberación del uranio impresionó inadvertidamente unas placas fotográficas y permitió el nacimiento de la radiactividad. O la que se armó con las teorías de un judío suizo que no había conseguido ser profesor de universidad, cuando expuso sus teorías sobre el universo y logró que The Times anunciara al día siguiente: "Revolución en ciencia. Nueva teoría del universo. Ideas newtonianas desbancadas".

Algunos científicos habían logrado ya romper el anonimato al que parecen condenados los investigadores muy especializados, pero lo de Albert Einstein rompió todos los moldes. A pesar de que la nueva teoría del universo iba rodeada de la leyenda de que sólo podía ser comprendida por una docena de personas, por seis o hasta por sólo tres -"¿cuál es el tercero?", preguntó un célebre catedrático cuando le preguntaron si eso era cierto-, Einstein se convirtió en una estrella y realizó abundantes giras internacionales para divulgar una teoría que apenas comprendía nadie pero atraía. "La curiosidad por el enigma del universo parece algo atávico que llevamos todos dentro", dice José Manuel Sánchez Ron.

"Los problemas de la física actual no difieren mucho de los de siempre", dice Sánchez Ron: conocer mejor la naturaleza, su evolución, la física de los materiales, o las relaciones de lo pequeño con lo grande, que está muy de moda. Un saber que el científico de hoy ha tenido que incorporar es el de la administración: aprender a levantar fondos para llevar a cabo sus investigaciones.

Pero "el mundo tiene problemas muy graves", recuerda, "y los científicos tienen que mirar a la sociedad no sólo como una fuente de recursos". Pagando con la misma moneda egoísta, la sociedad suele mirar a los científicos como seres demasiado centrados en su arte y, a menudo, con un poco de complejo de inferioridad. Un error, pues el hecho de que una realidad sea compleja no quiere decir que sea un coto reservado a unos pocos elegidos, y sobre todo si se refiere a, por así decir, las fuerzas que mueven el mundo y nos afectan a todos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_